MásMóvil entra en el mercado continuo como una locomotora tras cerrar su historia de éxito en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) con una capitalización de unos 1.200 millones millones de euros y una revalorización en lo que llevamos de 2017 de más del 120%. Su entrada en el Mercado Continuo va a salir bien casi con toda seguridad, pero principalmente debido a que es una compañía que ha vivido más del frenesí de las operaciones corporativas que del desarrollo normal del negocio.
Ése va a ser su siguiente reto, consolidar su actividad convencional y situarse no sólo como el cuarto operador español por número de clientes a base de comprarlos, sino convertir la compañía, además, en un buen negocio de forma orgánica.
En su folleto de admisión, la compañía reconoce los riesgos que asumen los inversores, y estos son los principales.
Una deuda colosal
MásMóvil reconoce que tiene un “elevado endeudamiento”, lo que podría afectar la capacidad de la sociedad de cumplir con los ratios financieros incluidos en los contratos de deuda, y dejarle en desventaja frente a rivales con menos deuda y más acceso a financiación. Esto también aumenta los costes de la deuda futura y limita su capacidad de acceso a Ésta, facilita posibles ampliaciones de capital o desinversiones de activos estratégicos para cumplir con los compromisos con sus proveedores de deuda e impide que haya dividendo o recompra de títulos en el mercado. De hecho, MásMóvil ha dejado claro que al menos durante dos años no retribuirá con dividendo a sus accionistas.
Providence, en el cogote
Para comprar Yoigo, MásMóvil tuvo que recurrir al fondo Providence, que supuso una emisión de obligaciones convertibles con un importe final de 165 millones. Si se convierte dicho instrumento, Providence pasará a ser su principal accionista.
Las obligaciones pueden ser convertidas a partir del 23 de diciembre de 2019 y hasta el 23 de septiembre de 2024 a un precio de 22 euros por acción.
Pobres resultados
La compañía presentó un resultado negativo de 58 millones de euros a 31 de diciembre de 2016 y un resultado negativo de explotación de 40 millones de euros. A 31 de marzo de 2017, el resultado negativo del trimestre fue de 41,8 millones de euros, si bien el resultado de explotación entró en números negros entre enero y marzo, hasta alcanzar los 12 millones.
Dependencia de los rivales
A pesar de tener infraestructura propia, MásMóvil depende de la suscripción de acuerdos estratégicos con Orange o Telefónica “que pueden condicionar la efectividad y el servicio del servicio global prestado por MásMóvil”. Si no llega a estos acuerdos o no son óptimos, el negocio puede verse afectado, y si los proveedores le dan problemas, exactamente igual.
Torres carísimas
MásMóvil ha provisionado 57,5 millones al considerar que el contrato de alquiler de torres con vencimiento en 2030, es “desfavorable para la compañía”. No lo dice de forma explícita, pero todo apunta a que se trata del precio que pagan a Cellnex por las torres que vendieron en 2013.
Guerra de precios
“Cabe la posibilidad de que las operadoras tradicionales, debido a la caída de cuota que vienen sufriendo en los últimos tiempos, desarrollen con sus principales o segundas marcas una política expansiva basada en una guerra de precios que afecte de manera generalizada a todos los operadores del mercado”, previene la compañía. Movistar ya ha anunciado paquetes más completos desde 45€, Lowi de Vodafone ya vende fibra y se esperan más movimientos en este sentido.
MásMóvil cree que “las mayores capacidades financieras de alguno de los principales competidores (...) podría orientarse a erosionar el negocio de otros”.
Necesidad de inversiones recurrentes
La compañía cifra que el total de inversiones sin contar extraordinarios puede alcanzar un volumen anual cercano a los 30 millones de euros.
El servicio universal
A partir de la última Ley General de Telecomunicaciones, los operadores con facturación de más de 100 millones pueden ser designados como partícipes en el coste del servicio universal, un conjunto de servicios básicos de comunicaciones electrónicas cuya prestación se garantiza a todos los usuarios que lo soliciten, independientemente de su localización geográfica, con una calidad especificada y a un precio asequible. Actualmente se tramita el expediente que, probablemente, obligará a MásMóvil a pagar, lo que afectaría sus resultados.
Dificultad de comparar cifras
Tras la compra de Yoigo y Pepephone, es muy difícil comparar los resultados de la compañía con los de años anteriores. Ambas operaciones supusieron una salida importante de caja, un incremento de la deuda financiera y ampliaciones de capital. El accionista no va a poder comparar con certeza los resultados de un ejercicio con los del anterior hasta que se publiquen los resultados de 2018, y eso si no hay más operaciones corporativas.
El compromiso con ACS
Para comprar Yoigo, MásMóvil reconoció un compromiso de asunción de deuda y capitalización frente a ACS por un importe mínimo de 120 millones y que puede alcanzar los 200 millones de euros. Actualmente, MásMóvil calcula que el valor actual es de 190 millones, lo que ha supuesto tener que anotar un gasto de 34 millones en la cuenta de pérdidas y ganancias. “El impacto aproximado que podría suponer la variación de valor razonable del derivado en la cuenta de resultados sería de al menos 64 millones de euros, sin que estos cambios de valor supongan ninguna salida de caja”, apunta MásMóvil en su folleto.
Fondo de maniobra negativo
A 31 de diciembre, MásMóvil presentaba un fondo de maniobra negativo de 238 millones de euros, si bien la compañía destaca que el reducido periodo de cobro en telecomunicaciones permite operar de esta forma.
Riesgos de tipo de interés
Al tener instrumentos de deuda vinculados a tasas de interés variable, una subida del Euribor podría encarecer la financiación de la sociedad. A 31 de diciembre de 2016, una variación al alza de los tipos de interés de 100 puntos básicos, con el resto de variables manteniéndose constantes, supondría una disminución del resultado después de impuestos en 2,23 millones de euros.
El fondo de comercio puede deteriorarse
MásMóvil tenía en su balance a final del año pasado un fondo de comercio por importe de 377 millones, un 20,2% de su activo. El total de intangibles ascendía a 737 millones, un 39,5%. La compañía reconoce que ese fondo de comercio podría sufrir deterioro en su valoración anual según la normativa contable, lo que podría afectar los resultados, el patrimonio y afectar el negocio. La compañía no se ha dotado de provisión alguna por estos posibles deterioros.
El crédito fiscal
Fácil: si no genera resultados positivos suficientes en los próximos ejercicios, no podrá recuperar el elevado crédito fiscal de Xfera por bases imponibles negativas generadas desde su constitución.
Concentración de ingresos
MásMóvil lamenta que “una posible desestabilización política en España podría afectar el mercado y por lo tanto la venta de productos y servicios de la sociedad”. A diferencia de los tres primeros operadores, la compañía que dirige Meinrad Spenger depende sólo del mercado español y cualquier bache le supone un problema de difícil solución.
Riesgo en nuevas operaciones corporativas
MásMóvil reconoce que ha realizado más de una docena de operaciones entre 2014 y 2016 y no descarta añadir al crecimiento orgánico “una estrategia de integración en la sociedad de otras compañías sinérgicas que aporten valor a los accionistas”. Lo que tiene sus riesgos, si bien minimizados por la amplia experiencia acumulada.
Otros
La compañía habla también de algunos riesgos adicionales, como los tecnológicos, macroeconómicos, legales o el peligro que supondría perder personal clave, pero nada más allá de las prevenciones habituales y genéricas en los folletos.
Todo hace pensar que la experiencia de MásMóvil en el parqué madrileño comenzará bien, especialmente con la experiencia del MAB, con una extraordinaria revaloración. El reto está en mantener la línea que han seguido hasta ahora y esquivar estos riesgos y los que vengan.