Enero de 2017. El gigante estadounidense Take-Two saca la chequera para adquirir una de las grandes startups españolas: Social Point. Pagó 250 millones de dólares para hacerse con la desarrolladora de juegos para móviles y Facebook como Dragon City o Monster Legends. Ahora, esta compañía, con sede en Barcelona y fundada por los jóvenes Horacio Martos y Andrés Bou, afronta su primer año tras la venta. Y lo hace con unas previsiones que señalan hacia el estancamiento en sus ingresos, a la espera de nuevos juegos móviles.
Take-Two presentó esta semana los resultados de su año fiscal, que concluye el 31 de marzo. Y en esas cifras se conocieron los planes que tiene para la española. Unos ingresos que estarán por debajo de los 90 millones de dólares para el ejercicio 2018 (que se inició el 1 de abril y acabará el 31 de marzo).
El 6% de toda la compañía
En concreto, los responsables financieros de Take-Two ofrecieron a los analistas las principales previsiones de negocio para el grupo, incluyendo a Social Point. Y en este sentido, esperan unos ingresos netos entre 1.420 y 1.520 millones de dólares para su ejercicio fiscal. De esa cantidad, el 6% pertenecerá a Social Point, según sus propias cifras. Es decir, las ventas de la española se situarán entre los 85 y los 91 millones de dólares (76 y 81 millones de euros al cambio actual).
Durante el año natural 2016, según explicaron en la comunicación oficial tras la compra, la sociedad española cerró con unos ingresos netos de 90,8 millones de dólares (84 millones de euros al cambio de febrero) y un resultado bruto (Ebitda) de 19,9 millones. Ya esas cifras suponía un estancamiento tras el acelerado crecimiento logrado desde el año 2011.
¿A qué se debe este estancamiento? Desde la cotizada americana no se señala ningún factor. Una de las claves es el desarrollo de nuevos juegos con los que ganar más usuarios e incrementar los ingresos. Los dos con los que genera buena parte de su negocio son títulos lanzados hace varios años y puede haber cierto agotamiento.
Su rendimiento no es importante sólo para la compradora, que desembolsó 250 millones de dólares en efectivo para hacerse con la ‘startup’ española. También lo va a ser para los inversores que vendieron su participación (Nauta Capital, Idinvest, Highland, Greylock Partners). Y es que, de su buena evolución durante los dos próximos años dependerá que cobren hasta 25,9 millones de dólares en efectivo y acciones (lo que se conoce como earn-out).
“Mejorando las expectativas”
Pese a estos números, en la estadounidense son optimistas con la evolución de la española. Según aseguraba su consejero delegado, Strauss Zelnick, a los analistas, está “superando las expectativas” que tenían depositadas.
De esta forma, se fija en dos grandes métricas. Una es la que se conoce en el argot como ‘gross booking’, que son los ingresos brutos a través de sus juegos antes del pago a los socios distribuidores (Google, Facebook…). Estos, en el caso de sus dos grandes títulos -Dragon City y Monster Legends-, crecieron en el primer trimestre del año (último del año fiscal de la estadounidense), aunque no ofreció ninguna cifra concreta.
La otra gran métrica que señaló fueron los ingresos medios diarios por usuario. Éstos crecieron cerca de un 30%, sin que pusiera sobre la mesa ninguna cifra de la base sobre la que se establece ese incremento.
En su defensa de la operación de compra, la norteamericana ha asegurado que Social Point ha aportado desde el principio al cash flow (entradas netas de dinero en efectivo) y aportará tanto en ingresos como en ganancias. “No estamos interesados en hablar sobre estrategia y sobrepagar por algo; no estamos interesados en comprar una compañía que pierda dinero”, aseguró el máximo directivo.
“Esperamos que esta adquisición contribuya de manera significativa al gasto recurrente de los usuarios en el año 2018 y que sea una oportunidad para un crecimiento importante para el largo plazo”, explicó Zelnick.
Cómo luchar contra la dependencia de dos juegos
Uno de los grandes talones de Aquiles de las compañías desarrolladoras de juegos móviles es la dependencia hacia unos pocos títulos y la escasa diversificación del negocio. Es lo que se conoce en el argot como ‘one hit wonder’ y que ha hecho mucha mella a gigantes del sector como Rovio, que no ha sabido repetir el éxito de sus archiconocidos Angry Birds. En el caso de Social Point, tradicionalmente sus dos grandes juegos han aglutinado más del 80% de todos los ingresos.
Ante esta dependencia, una de las salidas es el desarrollo de más juegos con los que tratar de repartir los ingresos. No en vano, Dragon City es un lanzamiento de 2012 y Monster Legends salió al mercado en 2014. El presidente de Take-Two, Karl Slatoff, aseguró tras los resultados que la española, con su centro de operaciones en Barcelona, tiene varios títulos en desarrollo.
“Es un proceso un poco diferente al que hemos tenido con nuestras otras dos de nuestras marcas… pero tengan la seguridad de que hay juegos en cartera para lanzarlos durante los dos próximos años”, se limitó a asegurar, sin dar fechas pese a la insistencia de algunos de los analistas.
Una de las ventas más grandes
Social Point se ha convertido en una de las principales ventas de una ‘startup’ en España. Con 250 millones de dólares, sólo ha quedado por debajo de Privalia, por la que su competidor francés Venté-Privée pagó unos 450 millones de euros.
Social Point, con una plantilla de más de 270 empleados, fue creada en el año 2008 como un proyecto del máster de sus dos fundadores, Horacio Martos y Andrés Bou, jóvenes informáticos de Barcelona de la Universidad Politécnica de Barcelona. Arrancó con apenas 60.000 euros en el banco. Y fue vendida el pasado mes de febrero.