Los accionistas del banco cobrarán en "cash" tres abonos de seis céntimos de euros, hasta sumar dieciocho céntimos de euros, y los cuatro céntimos restantes, hasta llegar a los 0,22 euros, se podrán recibir en efectivo o mediante nuevas acciones.

"De esta manera, el dividendo total por acción seguirá aumentando en casi un 5 % y el importe que se paga en efectivo crecerá alrededor del 9 %", ha destacado Botín.

La presidenta del Santander ha incidido en que el banco mantiene así su senda de aumento del dividendo en efectivo por acción que responde a la actual política de remuneración de la entidad, que es "positiva" porque permite al accionista elegir en qué invertir el dinero que recibe y no diluye su participación.

Es lo que ha venido haciendo la entidad desde la llegada de Ana Botín a la presidencia, lo que supuso inicialmente un recorte significativo del dividendo de 0,60 euros al año que se pagaba en los últimos años de su padre, Emilio Botín, al frente de la entidad.

Eso sí, en aquella época, aquella remuneración iba acompañada continuamente de pequeñas ampliaciones de capital para entregar nuevos títulos a los accionistas, lo que se traducía en una dilución de la participación de cada uno de ellos en la entidad.

Ana Botín erradicó esa costumbre y ha ido apostando por más pagos de dividendo en efectivo, lo que ha supuesto ya que con cargo a los resultados de 2016 el banco pague 0,21 euros en cuatro abonos, tres de ellos en efectivo.

El último pago, que será de 5,5 céntimos de euros se abonará en mayo de este año en efectivo, con el visto bueno de la junta de accionistas de hoy.

"En lo que va de año, la rentabilidad total a nuestros accionistas es del 17 %, muy superior al 6 % del sector de bancos en Europa y la mejor en nuestros comparables", ha presumido Botín. EFECOM

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