Realia, la inmobiliaria controlada por el magnate mexicano Carlos Slim tras entrar en FCC, no está para muchas alegrías, y queda demostrado por el 70% menos pagado a los integrantes del consejo. Los más de 2,5 millones de euros que, por todos los conceptos, recibieron en 2015, se quedaron en 757.000 euros en 2016. El 71% fue a parar a manos de los tres hombres de confianza que Slim situó en la compañía promotora.
Detrás de este gran recorte existe una razón de peso. Que hasta octubre de 2015, cuando Slim cambió el consejo de cabo a rabo, el número de consejeros eran 13. Y que lo percibido, tras su salida, por los dos consejeros históricos -el antiguo presidente, Ignacio Bayón, y el director general Ignacio Aldaz-, fue de casi 2,1 millones de euros.
Además de estos dos directivos, en 2015 también fueron retribuidas varias sociedades por los diez meses que estuvieron en el consejo -antes de que en octubre Slim cambiara el órgano de gobierno de la inmobiliaria-, como Participación y Cartera de Inversión, Inmogestión y Patrimonio y Mediación y Diagnósticos, que recibieron en conjunto 78.000 euros.
Gerardo Kuri Kaufmann, al mando
También cobró 12.000 euros Rafael Montes -solo por los meses de enero y febrero-, el histórico expresidente de FCC que dejaba su puesto en Realia, como representante de la constructora, en manos del mexicano Gerardo Kuri Kaufmann. El joven ingeniero industrial en el que Slim ha confiado en los últimos años algunos de los puestos de máxima responsabilidad. En este caso, aupándole, a sus 31 años, al puesto de consejero delegado de la inmobiliaria española.
Además de Kuri Kaufmann, Carlos Slim también colocaba en Realia a otros dos ejecutivos mexicanos de su plena confianza. Carlos María Jarque -nombrado previamente primer ejecutivo de FCC en sustitución de Juan Béjar- y a Juan Rodríguez Torres, en este caso como presidente no ejecutivo.
Kaufmann, Jarque y Rodríguez, los tres directivos aztecas del grupo Carso, que en 2015 solo percibieron 114.000 euros como consejeros de Realia, aumentaron sus retribuciones de manera exponencial en 2016. No en el caso de Jarque, el consejero que menos percibió. Solo 34.000 euros. Pero sí, para Kuri Kaufmann y Rodríguez Torres. Entre ambos cobraron 517.000 euros, el 68% del total de remuneraciones abonadas a los siete consejeros.
Reconocimientos especiales de 400.000 euros
A Kaufmann, el consejo le reconocía su “capacidad de incrementar el valor de la compañía, así como sus competencias y perfil profesional, con una remuneración específica de 175.000 euros, independiente y compatible con su labor de consejero”, se apunta en el informe de remuneraciones remitido por la inmobiliaria a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Un ‘premio’ que redondeaba sus emolumentos totales en 226.000 euros.
Del mismo modo, el consejo también consideró “razonable retribuir el cargo de presidente no ejecutivo al presidente no ejecutivo en aras a reconocer la responsabilidad y criticidad del cargo”. Una retribución “razonable” cuantificada en 225.000 euros que, sumados, a los 66.000 euros contabilizados por la retribución fija como consejero, la pertenencia a comisiones y las dietas por asistencia, dejaba sus ingresos en 291.000 euros.
Esther Koplowitz, representada por sus hijas
Al margen de los consejeros mexicanos, en representación del 37% de FCC en Realia, también se sientan en el consejo dos hijas de Esther Koplowitz -Alicia y Esther Alcocer Koplowitz-, como representantes de las sociedades Meliloto y EAC Inversiones Corporativas, que sumaron 109.000 euros en 2016, la misma cantidad que el año anterior.
Con el cambio acometido por Slim en Realia, también mantuvieron su puesto en el consejo las independientes María Antonia Linares y Carmen Iglesias, condesa de Gisbert, que percibieron 51.000 y 46.000 euros, respectivamente.
Todas estas retribuciones de los consejeros se producen en un ejercicio en el que Realia obtuvo casi 116 millones de beneficio, siete veces más que en 2015, básicamente por los impactos extraordinarios, especialmente los casi 50 millones de euros de aumento de valor de las inversiones inmobiliarias. Y también por los 113 millones derivados de las quitas asociadas a la refinanciación de la deuda residencial y del préstamo adquirido por Inversora Carso -el banco de Slim- a la Sareb.