España no se ha sumado este miércoles a las celebraciones en Bruselas por el fin de los recargos por usar el móvil en el extranjero, que será una realidad a partir del próximo 15 de junio.
La delegación española ha votado en contra de la última pieza legal que faltaba para hacer posible el roaming gratis en la UE: la regulación de los precios mayoristas que se cargarán las operadoras. Pero el ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital que dirige Álvaro Nadal no ha logrado apoyos suficientes y la norma se ha aprobado en una reunión de embajadores de los 28 pese a la oposición española. Sólo Grecia, Chipre y Croacia han hecho frente común con España, según han explicado a EL ESPAÑOL fuentes europeas.
"Acabar con los recargos por roaming es una muy buena noticia para todos los europeos", ha dicho el ministro de Telecomunicaciones maltés, Emmanuel Mallia, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE. El reglamento todavía debe ser ratificado formalmente por la Eurocámara, que ya ha dado su visto bueno, y entrará en vigor el próximo 15 de junio, el mismo día que empezará a aplicarse el roaming gratis en la UE.
Lo que está en juego son las tarifas que cobra por ejemplo Telefónica a una operadora nórdica por el uso de su red cuando un ciudadano danés viene a España de vacaciones. España y el resto de países que han votado en contra del acuerdo reciben una gran cantidad de turistas, en su mayoría concentrados en el verano, y reclamaban unos precios mayoristas más altos para cubrir el coste de atender a esta población.
Pero finalmente, la Eurocámara se alió en la fase final de las negociaciones con los países nórdicos y forzó una bajada del 90% en las tarifas mayoristas respecto a los niveles actuales. El precio pasará del vigente tope de 50 euros por giga a 7,7 euros el próximo 15 de junio. Y seguirá descendiendo paulatinamente hasta los 2,5 euros en 2022.
¿Subida de precios?
Durante la reunión de este miércoles, España y el resto de países que han votado en contra han alegado que estos topes son demasiado bajos. Sostienen que el reglamento acabará provocando una subida de los precios nacionales para cubrir los costes del roaming y una reducción de las inversiones en redes por parte de las operadoras, según las fuentes consultadas.
El Parlamento Europeo rebate los argumentos del Gobierno de Mariano Rajoy. "Las organizaciones de consumidores de toda Europa, incluyendo las de España, han pedido precios mayoristas bajos. Al defender precios altos, España va en contra de lo que es mejor para los consumidores", ha dicho a EL ESPAÑOL la eurodiputada socialista finlandesa Miapetra Kumpula-Natri, ponente parlamentaria del reglamento sobre el roaming.
"Si los precios mayoristas son muy altos, eso sólo beneficia a las grandes operadoras y hace que las compañías pequeñas y medianas lo tengan más difícil para competir. Cuanto más bajos son los precios mayoristas, mejor para la competencia y más bajos serán también los precios minoristas. Los pequeños operadores españoles con los que hemos hablado también querían precios mayoristas bajos", asegura Kumpula-Natri.