Noviembre de 2015. Uber replegaba velas y decidía reconvertir su negocio hacia el negocio de los vehículos con chófer privado tras un año de batalla judicial contra el taxi. La compañía decidía concentrarse en Madrid: trasladaba ahí su centro de operaciones y abandonaba Barcelona. La consecuencia fue la eliminación de su servicio de reparto de comida (UberEats). Ahora, algo más de un año después ‘resucita’ esa nueva línea de negocio y lo hace en la capital madrileña.
La compañía ha alcanzado un acuerdo con más de 200 restaurantes en Madrid cuyos menús serán ofrecidos a través de su aplicación. Uber ha reclutado a repartidores autónomos y flotas profesionales que entregarán la comida con bicicletas y motos en la capital. Al igual que sucede con los conductores de su servicio de transporte con chófer privado, la tecnológica se niega a ofrecer el número de profesionales que se encargarán de los repartos.
¿Dónde está el negocio? El modelo se basa en el cobro de una comisión de servicio fija de 2,5 euros por entrega. Un pago que se eliminará durante las primeras semanas de actividad. El reparto se ejecutará, como sucede en otros servicios de transporte, sólo en el interior de la almendra de la M-30 madrileña y de 12 de la mañana a 12 de la noche.
A por Deliveroo
El sector de la comida a domicilio tiene tres modelos muy diferenciados. El de los propios negocios hosteleros que construyen su propia red de entrega. El de compañías como Just Eat (y la comprada La Nevera Roja) que sólo intermedian entre clientes y restaurantes, sin intervenir en ningún momento en la logística. Esta compañía suma el 80% de la cuota de mercado de la reserva de comida por internet, tal y como reconoció la propia Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
El último de los modelos es el que llevará a cabo Uber y con el que competirá con otras compañías como Deliveroo. En este caso, la empresa se encarga no sólo de la intermediación entre oferta y demanda, sino que se responsabiliza de todo el proceso logístico con sus propios repartidores contratados como autónomos. ¿Cuál es el mercado potencial? Desde Uber descartan ofrecer cifras.
¿Qué ofrece como valor diferencial? Desde la empresa señalan, entre otras ventajas, la inexistencia de un pedido mínimo, la programación de los envíos y la explotación de la tecnología de Uber. Esta aplicación estará conectada con el servicio de transporte con conductor y el usuario de éste último podrá pedir comida y recogerla en el lugar de destino.
Hay importantes diferencias entre este servicio de UberEats y el que se puso en marcha hace dos años en Barcelona y que fue suspendido en noviembre de 2015. En aquellas fechas, las entregas eran realizadas mediante los propios vehículos del servicio de transporte con conductor y en un tiempo muy corto (la comida de los limitados menús estaba precargada en los coches y refrigerada). Ahora, los productos salen del restaurante y son entregados por repartidores contratados sólo para esta actividad en un tiempo que podría rondar los 30 minutos.
Ingresos de Uber, una incógnita
Este servicio se suma a UberONE, el servicio eléctrico Premium que anunció hace algo más de un mes. Se basa en una flota de “varias decenas” de coches eléctricos (marca Tesla) para toda la capital madrileña.
Con este son tres los servicios que la tecnológica tiene disponibles en España. Hasta ahora, sus cifras de negocio son una incógnita. “En muchos mercados somos rentables; en España no hay un plan específico pero no creemos que vayamos a tardar mucho en conseguirlo”, se limitó a asegurar a este medio el director general para el Sur de Europa, Carles Lloret.
Su filial española no ha rendido aún cuentas con el Registro Mercantil. No ha presentado sus cuentas, pese a que la sociedad Uber Systems Spain, cuya matriz es una compañía con sede en Holanda, lleva operando desde mediados de 2014.