Es su mercado más importante, después de España. Representa una cuarta parte de su negocio. Telefónica busca mantener el ritmo inversor en los próximos años en Brasil: 6.700 millones de euros hasta 2019. Lo anuncia justo en pleno revuelo por las dudas generadas por México, donde la guerra de precios entre la estadounidense AT&T y América Móvil, en manos del millonario mexicano Carlos Slim, ha hecho mucha mella en sus cifras y ha obligado a estudiar una posible salida.
La ‘teleco’ está presente en Brasil desde 1998. No fue hasta 2002 cuando inicia su actividad en el mercado móvil del país. El entonces presidente de Telefónica, César Alierta, explicaba hace un año cómo en un evento celebrado en 2002 en el que coincidió con Slim decidió que debía subir su apuesta: “Carlos es listísimo y yo intento copiarle… se sentó al lado de un brasileño y dije ‘Uy, este va a entrar en Brasil’. Yo tenía dudas de Brasil. Desde esa comida pensé: si Carlos va a Brasil, yo también”.
Hoy es el segundo gran mercado tras España en todo el mundo y el primero en Latinoamérica. Y la compañía no quiere aflojar su apuesta por el mercado con un plan de inversiones que mantiene los niveles de los últimos años. En 2015 el desembolso fue de 8.300 millones de reales brasileños (unos 2.370 millones de euros). Ahora, espera que el acelerador siga pisado a fondo. Ha actualizado su horizonte: desde 2017 a 2019 sumará 24.000 millones de reales (unos 6.700 millones de euros). Es algo inferior a la proyección que supondrían esos 8.300 millones anuales. Se destinará a ampliar la cobertura de internet móvil y fibra óptica, sin incluir las inyecciones que se lleven a cabo para la posible compra de nuevas licencias.
“Es un importe estimado, sujeto al consejo de administración de la compañía y a las alteraciones ante los eventuales cambios macroeconómicos y en el sector”, explicaba en el comunicado. Pero, ¿por qué ahora? ¿Por qué explicar los planes de nuevo cuando ya el año pasado, en 2015, aseguraron su plan hasta el 2017 incluido? El propio regulador brasileño ha criticado que en los últimos días la filial de la ‘teleco’ española adelantara sus planes de desembolso hasta ese 2019 al medio Valor Económico (el mayor periódico financiero del país) sin informar a accionistas, ni autoridades. Por tanto, la española se ha visto obligada a ofrecer esas cifras de manera oficial.
Consolidación a la vista
Brasil generó en el tercer trimestre unos ingresos de 2.952 millones de euros, lo que supone un aumento del 1,1% respecto al año anterior y un Ebitda de 982 millones, un 9,5% más. Cuenta con en torno a 100 millones de clientes, siendo líder en el mercado móvil.
Este paso adelante en Brasil llega justo a las puertas de un proceso de consolidación muy fuerte en el sector de las telecomunicaciones que ya vienen advirtiendo todos los actores. En Bloomberg, Eduardo Navarro, el recién estrenado consejero delegado de la filial (hombre de confianza de Álvarez-Pallete que fue nombrado para suceder al anterior Amos Genish) aseguró el pasado mes de octubre: “Tenemos activos muy buenos; cuando la consolidación suceda, y sucederá, estaremos atentos”. La operadora local Oi, el cuarto mayor operador del país, presentó bancarrota el pasado mes de junio con una deuda de unos 20.000 millones y eso podría arrancar una cascada de venta de activos.
¿Salida en México?
Este anuncio llega justo en el momento en el que Telefónica tiene sobre la mesa un importante quebradero de cabeza: México. El comportamiento del segundo mercado latinoamericano no convence al equipo directivo español que lleva meses analizando alternativas.
Su propio presidente, José María Álvarez-Pallete, lo aseguraba en la conferencia con analistas el pasado mes de octubre: “No vemos un mercado racional; creemos que algo debe cambiar… México es una cuestión pendiente para nosotros; no puedo comentar más porque trabajamos en diferentes alternativas”. El director financiero, Ángel Vilá, fue más allá: “Podemos ser pragmáticos en una situación inestable como la que estamos viendo”.
Fuentes de la compañía aseguran que no hay ninguna decisión tomada sobre este aspecto, aunque no tardará en tomarse. La guerra de precios desatada desde las pasadas navidades por la estadounidense AT&T (que se estrenó en el mercado mexicano a principios de 2015 con dos adquisiciones de dos de los operadores) deja en una situación de debilidad a la ‘teleco’ española, que tiene la venta como una de las opciones.
No va a ser una decisión fácil. La compañía cuenta en México con uno de los mercados más relevantes en Latinoamérica. En 2015 fue el tercer mercado por ventas hasta superar alcanzar los 1.783 millones de euros (su negocio es sólo móvil). El incremento que logró en ese ejercicio del 8% pasó a mejor vida. La guerra de precios en 2016 ha pasado mucha factura. El descenso en el tercer trimestre fue del 19,4%.
Mientras Brasil sigue siendo una apuesta incuestionable, al menos, sobre el papel, Telefónica deberá decidir en los próximos meses qué hacer con México. ¿Una posible salida podría contribuir a la rebaja de la abultada deuda? Telefónica apostó por la reducción orgánica sin depender de ventas. Pero esta operación podría incrementar la velocidad.
Noticias relacionadas
- Telefónica cierra la venta de la argentina Telefé al dueño de la MTV por 322 millones
- Telefónica lanza un mensaje al mercado: no es necesario vender activos para rebajar deuda
- El reto de Telefónica en 2017: vencen 8.300 millones de deuda
- Moody's baja el rating de Telefónica y lo deja un escalón por encima del 'bono basura'