“De la adolescencia a la madurez”. Ese es el salto al que se enfrenta ahora la ‘startup’ española CartoDB. Aspirar a convertirse en una plataforma para empresas tras popularizarse “como el Instagram de los mapas”, en palabras de su responsable de operaciones, Miguel Arias. La herramienta para intentarlo: una nueva solución con la que explotar de una manera mucho más profunda los datos geolocalizados que ha sido presentada en el marco del Mobile World Congress de Barcelona. Este nuevo paso se completa meses después de que el fondo estadounidense Accel Partners (y el coloso del software para empresas Salesforce) invirtiera más de 23 millones de euros.
En septiembre, la compañía entraba “en la Champions league” del software para datos. Inyección de capital que otorgaba “credibilidad”, gracias a la llegada de fondos de inversión destacados a nivel internacional, y la posibilidad “de vender CartoDB a los grandes de Silicon Valley” al acceder al ‘privilegiado’ portfolio de empresas participadas del fondo de capital riesgo de Salesforce.
Ahora se han preparado para una tarea que no va a ser sencilla: jugar en la liga de los grandes. Han duplicado su equipo, hasta alcanzar los 90 trabajadores, que ahora se distribuyen en oficinas más amplias tanto en Madrid como en Nueva York. “Antes no teníamos a nadie de Recursos Humanos, ahora ya sí debemos tener”, aclara Arias.
Su nueva arma
Este incremento de personal ha servido para construir su nueva herramienta con la que aspiran a convertirse en una solución de inteligencia de datos para las grandes empresas y dejar de ser sólo una plataforma para publicación de mapas enriquecidos. Se llama ‘Deep Insights’ y con ella cualquier empresa puede visualizar en tiempo real, filtrar y explorar grandes cantidades de datos. “Podrán alcanzar un nivel de detalle que permite descubrir tendencias y patrones que, en análisis e informes tradicionales, hubieran pasado desapercibidos”, explica la empresa. Se trata de conseguir que con los datos las empresas “tomen las mejores decisiones” de inversión y estrategia.
Esta herramienta se presenta en el Mobile World Congress, con cuya entidad organizadora han colaborado para analizar el flujo de turistas en Barcelona e identificar oportunidades para el incremento de los beneficios de las principales atracciones turísticas de la ciudad.
Nuestro plan para empresas está en 10.000 dólares al año pero hay otros que llegan a pagar casi medio millón
Con este paso, se logran, según Arias, dos avances: convertirse en una herramienta importante para los responsables de negocio de compañías e incrementar el dinero medio cobrado a clientes. “Nuestro plan para empresas está en 10.000 dólares al año pero hay otros que llegan a pagar casi medio millón… Y sucede así porque resuelves problemas importantes”, explica.
Este paso debe ir acompañado de algo evidente: el crecimiento en el móvil. Y han pisado el acelerador por la vía de las adquisiciones: compraron la empresa estonia Nutiteq. “Incorporamos a un equipo pequeño, con 5 personas, pero que ha hecho cosas muy potentes y una tecnología que nos permite acelerar años en el desarrollo móvil”, apunta el responsable de operaciones, quien descarta ofrecer más datos sobre cuál ha sido el coste de la operación y el resto de detalles de ésta.
¿Cómo evoluciona su negocio?
Con todo, la presión crece para la compañía española. Debe responder a las expectativas depositadas por grandes inversores: “La presión es muy fuerte… Ahora ya esto es de verdad y se trata de lograr un impacto mundial”.
No van a tener fácil igualar el ritmo de crecimiento de 2015, año en el que se multiplicaron por tres las cifras de negocio (que se niegan a ofrecer) y el número de clientes, que ha superado los 1.300. “Con el tamaño que teníamos en 2015 todavía se podía lograr ese crecimiento con mucho sudor y esfuerzo; este año necesitamos una maquinaria de ventas engrasada en Estados Unidos y Europa”, precisa Arias. Esta expansión hace que una compañía que durante sus primeros pasos logró ser rentable hoy pierda dinero.
El camino de salida: ¿La bolsa?
Toca, en palabras de su responsable de operaciones, apretar los dientes, bajar la cabeza y demostrar. No es, por tanto, momento de hablar de una salida en forma de venta o de aterrizaje en bolsa. “Nos faltan más estructuras, más ingresos y más clientes para plantearlo”, apunta el directivo.
Meses atrás surgió la duda de si realmente la inversión de Salesforce era una primera toma de contacto para una potencial compra en el futuro. Para la compañía, esta entrada del brazo inversor del grupo no es un indicador de un interés por vender, sino una herramienta “comercial e industrial”.
Los primeros pasos para acelerar ya están dados. Ahora sólo resta ver el resultado de su lucha en la liga mundial.