Ha nacido un nuevo sector: los operadores de redes de telecomunicaciones. Es un negocio sencillo en el que se paga por el uso de la red, pero en lugar de a una compañía tradicional de telefonía, el encargado de cobrar es una empresa independiente. Se trata de una tendencia nacida en EEUU, donde la externalización de redes de los operadores alcanzará el 85% del mercado este año. En Europa este porcentaje pasará del 10% al 20% y deja un amplio recorrido para su desarrollo.
Un informe de Morgan Stanley señala que tres de las grandes operadoras europeas (Telefónica, Vodafone y Deutsche Telekom) están en proceso de externalizar su red de torres. Según estimaciones de la consultora E&Y, el sector tendrá un impacto positivo de 23.000 millones de euros sobre la economía europea en la próxima década y reducirá en un 80% la necesidad de construir nuevas torres de telecomunicaciones para los operadores de telecomunicaciones.
De ese proceso han germinado grupos de hasta 30.000 millones de euros de valor en bolsa como American Tower y Crown Castle en EEUU, Tower Bersama Group (Asia) o las europeas Inwit (Italia), Deutsche Funkturn, Raiway. El caso más cercano es Cellnex (España), surgida de la segregación de estos negocios por parte de la concesionaria de autopistas Abertis, que se cobró su forma actual tras la compra de torres a Telefónica, Yoigo y Wind. El grupo, que salió a cotizar en bolsa en 2015, atesora una capitalización de 3.100 millones de euros, un 40% más que cuando debutó.
Los tres principales beneficios de estos nuevos operadores de torres de telecomunicaciones se traducen en un uso más eficiente de la infraestructuras actuales -al ser compartidas por varios operadores-, así como una reducción de las inversiones necesarias y un menor impacto en el paisaje. EY estima que se necesitarán 100.000 torres menos en Europa con el uso compartido de las infraestructuras por parte de las operadoras de telefonía y de las compañías de televisión, que también necesitan usar estos repetidores.
El caso de Telxius
La última gran aparición en el sector es la de Telxius, que agrupa las infraestructuras de comunicaciones de Telefónica. Se trata de 15.000 torres de telecomunicaciones en España y otros países, así como la red internacional de 31.000 km de fibra óptica submarina del Grupo, incluido el SAM-1, un cable submarino que conecta Estados Unidos con el centro y sur de América. “Lo que está haciendo Telefónica es consecuente con el proceso de externalización de otros operadores, pero para poder valorarlo habrá que ver qué activos y qué países se incorporan a la nueva unidad de negocio”, explican fuentes financieras.
El grupo que preside César Alierta puede poner en valor unos activos que hasta ahora permanecían ocultos y cuyo principal usuario era la propia compañía. El mejor ejemplo es la operación realizada en Italia por Telecom IT con Inwit, su filial de infraestructuras. Primero vendió alrededor del 40% en bolsa, aunque mantuvo el control del 60%. Sin embargo, siendo Telecom IT su principal dueño y cliente (con el 80% de los ingresos), Inwit todavía no tenía un rango de operador neutro y el resto de operadores no tenían incentivos para usarlo. Esto cambiará en los próximos meses, cuando se ejecute la venta de otro 40% de la empresa a alguno de los operadores de torres que están pujando por ese paquete como la estadounidense American Tower o la española Cellnex.
Un informe de EY estima que las operadoras podrán liberar hasta 27.000 millones de euros en inversiones en torres de telecomunicaciones con el proceso de segregar estos negocios en nuevas empresas. “La cobertura ha dejado de ser un elemento diferenciador en el servicio de los operadores porque la calidad de las redes se ha igualado. Por eso ya no tiene sentido para las compañías retener ese activo”, explican fuentes del sector.
Para Telefónica, con una deuda financiera que se eleva por encima de los 45.000 millones de euros, la operación tiene un doble fin: primero, reducir las necesidades de inversión en este tipo de infraestructuras; y en segundo lugar, hacer caja. Las valoraciones de Telxius se sitúan entre los 5.000 y 10.000 millones de euros en el caso de que se ejecute una salida a bolsa, aunque dependerá de los activos que finalmente se integren en la filial. “Esta selección de infraestructuras deberá contar con el visto bueno de las autoridades puesto que hay infraestructuras estratégicas y algunas de financiación pública”, explican fuentes del sector. El banco de inversión Morgan Stanley considera que la red de torres de telecomunicaciones con mayor valor es la Vodafone, con un valor estimado de entre 7.000 y 18.000 millones de euros. El múltiplo de valoración de cada torre se sitúa entre los 100.000 y 250.000 euros, en función del grado de utilización que se realiza y de los potenciales ingresos que genere con los peajes a los operadores.