No es la ronda de inversión más grande realizada por una 'startup' española con el capital riesgo. Tampoco lo es de una británica. Ni siquiera de su sector de finanzas y tecnología, donde se están forjando los bancos del futuro. Sin embargo, los 77 millones de euros que acaba de levantar Ebury entre dos fondos de inversión marcan un hito para este tipo de compañías.
La tecnológica de origen español está especializada en el cambio de divisas y los pagos internacionales. Básicamente se dedica a reducir el riesgo divisa de una empresa que importa o exporta, con menores comisiones que un banco tradicional. Su labor permite, por ejemplo, que una compañía evite el susto de una brusca revalorización en la divisa de un proveedor en el extranjero.
El nuevo inversor que lidera la operación es Vitruvian Partners, un fondo de capital riesgo tecnológico cuya operación más destacada fue su inversión en Justeat, la plataforma de comida a domicilio danesa que salió a bolsa en abril de 2014. Junto a la entrada de este nuevo socio respalda la operación 83North, una escisión europea de Greylock Partners, un fondo clave en la construcción gigantes como Airbnb o Linkedin.
"Es mucho dinero, quizá demasiado para una mera expansión internacional de una empresa", apuntan a EL ESPAÑOL fuentes del sector financiero. ¿Adquisiciones? El crecimiento inorgánico (comprando otros negocios) pudiera ser uno de sus objetivos. ¿Regulación? El debate sobre los requisitos regulatorios que deben cumplir este tipo de empresas no acaba más que empezar.
No obstante, desde Ebury descartan ambos supuestos y subrayan que el destino de los fondos es la expansión de la empresa a EEUU y otros países europeos además de España y Reino Unido. "Se trata de una inyección para avanzar más deprisa en los planes de expansión, con el consiguiente esfuerzo en contratación de personal, que prácticamente se duplicaría hasta mediados de 2016", señala un portavoz a este diario.
Más de 100 empleados en Málaga
Detrás de Ebury aparecen dos personas clave. Una de ellas es Juan Lobato, ex directivo de Telefónica y emprendedor en serie (dirigió Beam.Tv hasta su venta al fondo Carlyle en 2008) que emigró a Londres. Allí conoció al burgalés Salvador García en la universidad. En 2009 decidieron poner en marcha Ebury, que recibe su nombre de la calle londinense en la que quedaban para hablar del proyecto en común.
Seis años después han construido un gigante con 300 empleados, que tiene su centro de desarrollo tecnológico en Málaga con 60 personas, además de una sede relevante en Madrid y otra, la principal, en Londres. Con la entrada de nuevos fondos, Ebury prevé duplicar su plantilla en España, hasta las 200 personas. Desde la City, la capital europea de las finanzas, han logrado llegar a 10.000 clientes que han usado sus servicios y un volumen de transacciones acumulado de 10.000 millones de euros.
"En la medida en que el mundo se vuelve más pequeño, el negocio internacional representa un factor de crecimiento crítico para casi todos los negocios. El sistema financiero internacional ha fracasado a la hora de satisfacer las necesidades de las pequeñas y medianas empresas", señala Salvador García. La actividad de Ebury está regulada por el Banco de España -es entidad de pagos autorizada- y también por la agencia que regular la actividad financiera.