España, a la cola de la UE en la recepción de fondos Next Gen por el bloqueo de las reformas del Gobierno
Nuestro país apenas ha cobrado el 23,6% de los 163.000 millones de euros adjudicados y podría sufrir penalizaciones en el cuarto pago.
3 mayo, 2024 02:02La parálisis reformista del Gobierno de Pedro Sánchez, cuya prueba más evidente ha sido la renuncia a presentar los Presupuestos de 2024, afecta también de forma cada vez más grave al desembolso de los fondos Next Generation.
El presidente no se cansa de presumir de que España fue líder en la aprobación del Plan de Recuperación y Resilencia y en el pago del primer, segundo y tercer desembolsos. Sin embargo, en los últimos meses nuestro país se ha desplomado en el ranking europeo de recepción de fondos Next Gen, hasta la decimonovena posición, según los últimos datos publicados por Bruselas. Una caída que se explica por el retraso acumulado en el cumplimiento de los hitos y objetivos exigidos por la UE a cambio del dinero.
El punto de inflexión fue el adelanto electoral sorpresa de Sánchez tras el fracaso del PSOE en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023. El precario Gobierno que salió de las urnas ha sido incapaz de sacar en plazo las reformas comprometidas. El tercer pago de 6.000 millones de fondos Next Gen llegó el 31 de marzo de 2023. Desde entonces, España no ha recibido más subvenciones del fondo de recuperación pese a los 13 meses transcurridos.
[Bruselas acepta la petición de España de cambiar 34 hitos del plan Next Gen para poder cumplirlos]
La cuarta solicitud de pago por valor de 10.000 millones, programada para junio de 2023, se envió a Bruselas el 20 de diciembre. Desde entonces, el ministerio de Economía ha pedido ya dos prórrogas y ni aún así ha logrado completar todos los requisitos. El Ejecutivo comunitario aceptó la semana pasada la solicitud de Carlos Cuerpo de cambiar 34 hitos para facilitar su cumplimiento.
Sin embargo, todavía está pendiente la reforma del subsidio de paro diseñalada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que naufragó en enero por el 'no' de Podemos. En el departamento de Cuerpo no se descarta la hipótesis de una penalización (en forma de pago parcial) por incumplimiento, pero tampoco pedir una tercera prórroga. El Ejecutivo comunitario debe dar su veredicto definitivo de aquí al 20 de mayo.
El resultado de todos estos retrasos es que España ha caído a la decimonovena posición (entre los 27) en el porcentaje de fondos Next Generation recibidos sobre el total adjudicado. Trascurridos tres años desde el lanzamiento del Plan de Recuperación, nuestro país apenas ha cobrado el 23,6% de los 163.000 millones de euros que le corresponden. La clasificación la encabezan Dinamarca (59,3%) y Francia (58,1%).
Mientras el Gobierno de Sánchez se estanca en la ejecución del cuarto pago, Italia y Croacia han solicitado el quinto desembolso. Portugal (que también ha tenido elecciones) ha recibido ya el cuarto tramo de Next Generation y se prepara para el siguiente, mientras que la Grecia de Kyriakos Mitsotakis empata con España en la petición del cuarto pago.
Especialmente significativo es el contraste con el Gobierno de derecha radical de Giorgia Meloni, que ya ha recibido el 52,7% de los fondos adjudicados (un total de 102.500 millones). El caso de Italia es el más directamente comparable con el de España, puesto que se trata del principal beneficiario de los fondos Next Gen (España es el segundo).
El mérito corresponde en realidad al anterior primer ministro, Mario Draghi, que decidió pedir a la vez en mayo de 2021 los subsidios y los préstamos. En contraste, el Gobierno de Sánchez fue cauteloso y solicitó únicamente en aquel momento los 69.500 millones de subvenciones, por miedo a engordar todavía más la deuda pública, desbocada por la pandemia. Los 83.000 millones en créditos no se pidieron hasta la primavera de 2023 y España sólo ha recibido un anticipo de 340 millones.
Haya o no penalización en el cuarto pago, el riesgo es que la situación siga empeorando. La inestabilidad política en España y la parálisis del Gobierno de Sánchez continuarán pesando en la aprobación de las reformas exigidas por la UE en los tramos siguientes.
Un bloqueo que se produce justo cuando la Comisión de Ursula von der Leyen está insistiendo a todos los Estados miembros que aceleren la ejecución de sus planes de recuperación si no quieren perder el dinero. Los dirigentes comunitarios insisten en que, una vez consumida la mitad del tiempo, no hay ninguna forma posible de que los fondos puedan usarse más allá de 2026.
Una de las reformas clave para Bruselas es la fiscal, que forma parte de las condiciones exigidas a cambio del quinto pago. "Varios hitos legislativos clave deberán cumplirse en los próximos meses, como la reforma fiscal. Esto es particularmente importante dada la necesidad de hacer más progresos en la reducción de los niveles de deuda pública y la reconstrucción de colchones fiscales tras la pandemia", dijo el pasado 14 de marzo el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis.
Según el plan de recuperación, la reforma tendría que haberse aprobado en el primer trimestre de 2023 basándose en las recomendaciones del grupo de sabios que creó la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Sin embargo, la reforma fiscal ni siquiera figura ahora mismo en el horizonte del Gobierno de Sánchez por la falta de apoyos para sacarla adelante.