Las pequeñas y medianas empresas (pymes) también comienzan a sufrir los cambios de la política monetaria. El 39% de las 799 pymes encuestadas admite que las condiciones de financiación han empeorado y no es solo percepción suya, ya que la Encuesta sobre Préstamos Bancarios también constata que los criterios y condiciones para la concesión de créditos se endurecieron en el primer trimestre. 

Como respuesta a esta situación, un 57% de las pymes opta por la autofinanciación, como se desprende del "Informe pyme 2023: Estrategias para mejorar la competitividad de la pyme en España", elaborado por el Consejo General de Economistas (CGE) y la Fundación para el Análisis Estratégico y Desarrollo de la Pyme (Faedpyme), publicado este jueves.

Antonio Duréndez, uno de los coordinadores del Informe, ha señalado que esta preferencia por la autofinanciación procede de las lecciones aprendidas durante las crisis, que llevan a estas empresas, en su mayoría familiares, a recurrir a sus propios medios para financiarse. "Tras la pandemia, las pymes que han quedado son más competitivas", ha añadido.

No obstante, esta opción no es posible para todas las empresas y un 18% de las pymes acude al crédito. La financiación resulta más accesible cuanto más grande es la pyme, aunque igualmente todas notan la subida del coste de la financiación, de los gastos y de las comisiones. Los sectores que más dificultades encuentran en esta vía son la construcción y los servicios. 

De cara al futuro, no parece que la situación vaya a mejorar. El Informe del CGE y Faedpyme, basado en datos del Banco de España, alerta de una nueva contracción de la oferta y de la demanda de crédito.

Energía e inflación

El encarecimiento de la energía y la inflación son los principales obstáculos que están encontrando las pymes para desarrollar su actividad, según el 85% de las respuestas de los encuestados, en ambos casos.

Otro de los coordinadores del Informe, Francisco Manuel Somohano, aclara que la inflación conlleva otro segundo problemas para la pyme, que su repercusión en los precios de los productos, como ha dicho durante la presentación del documento.

En menor medida, también les preocupa la falta de personal cualificado (78%) o los tipos de interés (66%). Entre las últimas preocupaciones de las pymes españolas están la situación política (14%) y la falta de infraestructuras (20%). 

El Informe también pregunta a las pymes por sus principales obstáculos internos. El primero es el coste de la sostenibilidad, como apunta un 52% de las respuestas. Le siguen la digitalización (49%), la innovación (45%) y la organización y dirección (41%).

Pese a los contratiempos, las pymes españolas capean la situación. El 16,5% incrementó el empleo y para el 33% las ventas crecieron en 2022. Para este ejercicio, las perspectivas son mejores en cuanto a trabajo pero peores en cuanto a ventas.

Un 35,1% espera aumentar la contratación, pero solo el 22,6% confía en aumentar sus ventas. Por su parte, un 61,2% espera mantener el empleo. "La pyme es muy prudente, es empresa familiar. Sobre todo en época de crisis, lo primero que hacen es proteger la plantilla y reducir la innovación", agrega Somohano.

El presidente del CGE, Valentín Pich, ha admitido que las ventas y el empleo han aumentado, pero al mismo tiempo ha advertido de que "siguen en una fase ciertamente conservadora o de prudencia". Ante la proximidad de las elecciones, Pich también ha lamentado el "escaso tiempo que los diferentes partidos han dedicado a las pymes durante la campaña", a pesar de que son "uno de los motores" de la economía española, con un 99,8% del tejido empresarial.