Nuevos datos positivos sobre la economía española en los prolegómenos de las elecciones generales del 23 de julio. El Banco de España ha elevado, y bastante, su previsión de crecimiento para el PIB de 2023, que pasa del 1,6% de marzo al 2,3%, por encima de los pronósticos del propio Gobierno (2,1%). 

Por otro lado, el ente rebaja al 2,1% la previsión de crecimiento económico de 2024 (una décima menos) y mantiene en el 2,1% la de 2025. Es decir, que el Banco de España eleva en seis décimas de forma neta sus previsiones de PIB para el ciclo 2023-2025. 

Hay varias causas para esta importante mejora de las previsiones (que coinciden con las de otras casas de análisis, como BBVA Research). Entre ellas, el Banco de España destaca "el efecto arrastre sobre la tasa media anual de este año al que dio lugar la sustancial revisión al alza de las tasas de crecimiento del PIB entre el segundo y el cuarto trimestre de 2022 que publicó el INE a finales de abril". 

Se trata de un fenómeno que han experimentado otros analistas. A esto hay que sumar que la economía fue mucho más dinámica de lo previsto en el primer trimestre de este año. Asimismo, en el segundo trimestre este dinamismo se habría incrementado todavía más, según el ente gobernado por Hernández de Cos.  

En particular, el crecimiento económico se ha visto favorecido recientemente por el abaratamiento adicional del gas y de la electricidad, "la positiva evolución económica global, los avances en la resolución de los cuellos de botella en los procesos productivos, la estabilización de los mercados financieros tras el episodio de turbulencias de marzo" y la buena marcha de los servicios vinculados a las actividades turísticas y de "mayor exposición social".

Menos inflación

Por otro lado, hay más buenas noticias para la economía española, ya la previsión de inflación también ha bajado. Los precios sólo subirán un 3,2% este año, cinco décimas menos que lo que previsto por el Banco de España en su anterior análisis. 

En este sentido, el ente apunta como causas a "una desaceleración más acusada de la prevista en los precios de la energía -tanto en los últimos meses como de cara al futuro- y, en menor medida, en los precios de los alimentos".

En cambio, la autoridad de supervisión ha mantenido su previsión de que la inflación estará en el 3,6% en 2024 y que se moderará en 2025 hasta el 1,8%.

Con todo, el Banco de España alerta de que se mantienen ciertos riesgos de que los precios (y la propia economía) empeore, como consecuencia de nuevas variaciones al alza en el campo de la energía y un mayor impacto de la sequía. 

Empleo

También alerta de posibles efectos de segunda ronda en la inflación por márgenes empresariales y salarios, aunque los peligros en este caso están rebajados por el Acuerdo Para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), según el Banco de España.

Por otro lado, el Banco de España espera que la buena salud en empleo se mantenga hasta 2025. Así, la tasa de paro media se situará en el 12,2% este año (medio punto por debajo de lo estimado en marzo), en el 11,5% en 2024 (frente al 12,3% estimado hace tres meses) y en el 11,3% en 2025, siete décimas menos.

En sus nuevas proyecciones, el Banco de España mejora sus estimaciones sobre el déficit y la deuda pública para 2023-2025. En concreto, para 2023, proyecta un déficit público del 3,8% del PIB, frente al 4,1% estimado anteriormente, y sitúa la deuda pública en el 109,7% del PIB, en contraste con el 111,1% de marzo.

Para 2024, el déficit estimado es del 3,4% del PIB (3,5% en su anterior previsión) y la deuda, del 107,4% (antes 108,8%), mientras que para 2025 estima un déficit del 4% (4,4% anteriormente) y una deuda del 108% del PIB, mejor que el 109,9% proyectado el pasado mes de marzo.