La presión fiscal ha seguido creciendo en 2022, sobre todo en los impuestos relacionados con patrimonio y con Sociedades, es decir, sobre las empresas. De hecho, el Instituto de Estudios Económicos (IEE), el think tank de la CEOE, avisa de que la presión fiscal en España se ha elevado a "máximos históricos" y que está por encima de la media de la Unión Europea (UE).
Concretamente, según ha explicado Íñigo Fernández de Mesa, presidente del IEE y vicepresidente de la CEOE, la presión fiscal en nuestro país ya supera el 42% del PIB, mientras que la media comunitaria está en el 41%. "España es ya uno de los cinco países dentro de la OCDE con peor competitividad fiscal y con un fuerte retroceso en este indicador" en lo que va de legislatura.
Los empresarios recuerdan que, ante la crisis económica generada por la inflación, España ha optado por elevar los impuestos "mientras que en otros países la presión fiscal se ha reducido". Este es el caso de Alemania, que ha rebajado la fiscalidad que se ejerce en los salarios a través del IRPF y también en el IVA.
La mayoría de este incremento de la presión tributaria se está ejerciendo sobre el impuesto de Sociedades y los relacionados con el Patrimonio, ha explicado Gregorio Izquierdo, director general del IEE. En 2022 se aplicó una "mayor tributación de los dividendos, se ha limitado la computación de pérdidas de las empresas y se han elevado las bases de cotización".
En este sentido, Izquierdo ha avisado de que esto "dificulta el crecimiento potencial de España", que ya es "escaso".
El incremento de la presión fiscal, y la correspondiente pérdida de competitividad tributaria, se ha producido pese a las medidas tomadas por parte del Gobierno para rebajar la factura tributaria de la electricidad, con medidas que han estado en vigor todo el año.
Desde el IEE alertan de que la presión fiscal normativa en España está "muy por encima de su entorno" y prevén que lo haga más con las medidas tomadas de cara a 2023. "Estamos preocupados por el deterioro", ha admitido Izquierdo.
Con todo, pese a esta presión tributaria, las empresas han seguido contratando trabajadores y la cifra de ocupados alcanzó niveles históricos en 2022. Sin embargo, Íñigo Fernández de Mesa ha objetado que durante el año pasado hubo "una caída importante de los márgenes empresariales" y una ralentización de los salarios", además de que las horas trabajadas siguen por debajo de 2019.