Las cosas no están yendo tan mal como parecía este último trimestre del año o así lo constatan, al menos, tanto los economistas como las empresas. Y es que las compañías están viendo en estos meses cómo su facturación se estabiliza, el empleo crece y la inversión mejora. Eso sí, miran al primer trimestre de 2023 con pesimismo.
Así lo constatan las propias empresas en una encuesta realizada por el Banco de España a unas 14.500 sociedades. En la misma, las propias compañías dejan claro que sus registros de empleo, facturación e inversión del último tramo del año muestran un dinamismo mayor al esperado.
Más concretamente, las empresas encuestadas afirman que han experimentado durante el último trimestre del año una "práctica estabilización" de su facturación tras una caída en el tercer trimestre. De hecho, las compañías que reducen su facturación son cada vez menos, mientras que las que la incrementan son más.
Así, las empresas que han visto caer su facturación en lo que va del último trimestre del año representan únicamente un 27% del total, tres puntos porcentuales menos que en el trimestre anterior. Por el contrario, aquellas que han aumentado sus ingresos son el 28,4%, es decir, 3,4 puntos porcentuales más que en el tercer trimestre.
Eso sí, no todos los sectores lo están viviendo igual. Mientras que las empresas de información y comunicaciones y de construcción se están comportando de manera "muy favorable", en la agricultura y la hostelería la facturación va peor.
El empleo, en positivo
Esta mejor evolución de la actividad económica en el cuarto trimestre también se está notando a través del empleo. Como constatan estas empresas, esta variable habría aumentado "ligeramente" en el cuarto trimestre al igual que ocurrió en el tercero. Son el 65,3% de las compañías las que afirman que la ocupación se ha mantenido estable.
Este incremento de la ocupación contradice las proyecciones que las propias empresas tenían sobre este trimestre meses atrás, como explica el Banco de España en el informe sobre esta encuesta.
Por otra parte, en el informe se habla de "una leve mejora de la actividad inversora" de las empresas en este último trimestre del año, en el que la inversión creció un 17,7%, frente al 12,4% del trimestre anterior, lo que muestra una aceleración.
En este caso también se observó heterogeneidad por sectores. El mejor comportamiento se registró en servicios (actividades administrativas, transporte, actividades científicas y técnicas e información y comunicaciones), mientras que en agricultura, construcción, comercio y hostelería la evolución fue negativa. Y es cierto que son las empresas más grandes las que están aumentando su inversión, todo lo contrario a lo que ocurre en el resto.
Se aleja la recesión
Esta información proporcionada por las propias empresas coincide con el diagnóstico que de la economía están haciendo algunos servicios de estudios, entre ellos el del propio Banco de España.
"Los indicadores de actividad que tenemos para el cuarto trimestre, que son todavía pocos, apuntan a que el dinamismo en este cuarto trimestre sería relativamente similar al que tuvimos en el tercero, cuando crecimos el 0,2%", afirmó Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, a principios de este mes durante la presentación de los datos de la Central de Balances.
El experto anticipaba así una evolución favorable de la economía a la espera de conocer la información del último mes del año completo, que será muy relevante dado que incluirá los datos relativos a la campaña de Navidad.
En estas conclusiones coinciden con las de BBVA Research. Sus expertos consideran que la economía está resistiendo mejor de lo esperado y ya no manejan la previsión de que el PIB cerrará el cuarto trimestre con una caída del 0,3%, como preveían hace dos meses. Ahora piensan que, en vista de los indicadores disponibles, el último trimestre del año podría culminar estancado o con una subida similar a la del trimestre anterior (0,2%).
Pesimismo para 2023
Eso sí, para el inicio de 2023 desde BBVA Research prevén que se pueda producir una caída. También las propias empresas, que en líneas generales estiman que en el primer trimestre se contraerá su facturación.
Y no solo eso, sino que los indicadores también apuntan a un retroceso en el empleo, que sería el primero desde dos años antes, a principios de 2021. En todo caso, esta variable se mantiene aún un 1,1% por debajo del nivel prepandemia, mientras que en el caso de la facturación esta está un 1,8% por debajo.