El refranero español dice que las oportunidades hay que cogerlas al vuelo. Y que la ocasión la pintan calva. En resumen, que hay que ser decidido a la hora de aprovechar las situaciones que se presentan. Y el Gobierno portugués lo quiere aplicar en estos momentos en los que su homónimo español ha preparado un impuesto a las grandes fortunas.

“Si está pagando demasiados impuestos en España puede ser el momento de considerar la posibilidad de hacerse residente en Portugal”. Esto se puede leer en la promoción de un evento que se va a celebrar en Málaga el próximo 25 de noviembre en el hotel don Pepe Gran Meliá. Por supuesto, la entrada es gratuita.

“Venga a participar en nuestro seminario (hablado en inglés) y reciba el asesoramiento de expertos. Nuestras sesiones del seminario contarán con oradores que tratarán temas como el régimen fiscal de la residencia no habitual en Portugal”, dicen en el reclamo.

Éxodo

Organizado por Open Media, y con la colaboración entre otros estamentos institucionales de Visit Algarve Portugal y Portugal 2020, es una puerta abierta a dar el salto al país vecino. Ahora más que nunca tras el ‘impuesto a los ricos’ del Gobierno español.

El nuevo tributo gravará la riqueza neta superior a los tres millones de euros. La tasa se quiere aprobar antes de que acabe el año, de manera que tenga efecto en 2022 y 2023 y genere una recaudación 'extra' en 2023 y 2024 de 1.500 millones de euros anuales.

El mismo constará de tres tramos: un tipo del 1,7% para los patrimonios entre 3 y 5,3 millones de euros; del 2,1% para los patrimonios entre 5,3 millones y 10,6 millones; y del 3,5% para aquellos patrimonios superiores a 10,6 millones de euros.

Desde que se anunció el impuesto a las grandes fortunas a mediados de septiembre, una medida que afectará a unas 23.000 personas, los analistas han señalado que se producirá un éxodo de estas personas hacia Portugal y Andorra.

[Los fiscalistas alertan: el ‘impuesto a los ricos’ disparará los litigios tributarios y atascará los tribunales]

La razón de este presumible movimiento está en que Portugal tiene un régimen para no residentes por el que se paga un tipo único del 20% por los ingresos obtenidos en el país. En el caso de rentas conseguidas fuera están exentas en aplicación del convenio en vigor para evitar la doble imposición en España. Es decir, que tiene una tributación muy ventajosa tanto en relación con los rendimientos obtenidos en Portugal como aquellos procedentes del exterior.

Cuando el Gobierno español anunció este ‘impuesto a los ricos’ desde el Instituto de Estudios Económicos (IEE) se lanzó el siguiente mensaje: “Se va a producir una deslocalización brutal de contribuyentes”. El IEE es el órgano de análisis de la patronal CEOE.

El Círculo de Empresarios, por su parte, subrayó que los altos patrimonios que desembarcaron en España “se irán hacia lugares donde puedan recobrar la certidumbre jurídica. Pero el problema más importante no es que se vayan los que ahora están, sino que los que pudiendo venir no lo harán debido al cambio de las reglas fiscales”.