La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, defiende la puesta en marcha del último decreto con medidas para luchar contra la inflación. Un paquete de 9.000 millones de euros que, entre otras cosas, rebaja el IVA de la luz y mantiene la bonificación a las gasolinas. Un conjunto de ayudas muy necesarias para "anticiparse a una nueva subida de los precios internacionales de la energía", ha dicho. 

No es para menos. La situación en Ucrania amenaza con enquistarse y probablemente a medida que llegue el invierno el precio del gas comenzará a subir. Por tanto, el coste de la energía volverá a dispararse. Una situación ante la que Calviño ha querido destacar la utilidad de medidas como el 'tope al gas' que ha permitido desacoplar, ha dicho, el precio de la luz del resto del mercado europeo. 

Calviño ha defendido también el paquete de medidas adoptadas en torno a los costes energéticos. Ha destacado que somos el tercer país que más ha invertido en relación a su PIB. En concreto, dice que se han adoptado medidas equivalentes a algo más de 2% por detrás de Grecia y Lituania pero por delante de otros Estados como Italia. 

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Sin embargo, pese a todo, la vicepresidenta primera cree que el crecimiento de nuestro país va a ser robusto este ejercicio. "Todo indica a que hemos acelerado en el segundo semestre del año", ha dicho.

Eso sí, todo dependerá de cinco grandes factores: el impacto de la guerra sobre las materias primeras; la normalización de la política monetaria; el empleo y la inversión; el impacto en la balanza de pagos del alza de precios energéticos y, por último, de la situación fiscal. 

Un contexto, dice, "lleno de incertidumbres" en el que nuestro país parte con ventaja pese a que algunos de nuestros vecinos empiezan a ver ya cómo se ralentiza el crecimiento. 

Calviño ha recordado la buena evolución del empleo en los últimos meses con "934.000 empleos nuevos el último año y con una práctica recuperación de las horas trabajadas a niveles prepandemia".