La Comisión Europea ha propuesto este miércoles crear una cesta de nuevos impuestos de la UE cuyo objetivo es pagar la deuda conjunta asumida para financiar el fondo de recuperación Next Generation. La cesta incluye tres fuentes de ingresos: el sistema de comercio de derechos de emisión, la nueva tasa al CO2 en frontera y la futura tasa a los gigantes digitales que se creará en aplicación del acuerdo de la OCDE.
Bruselas calcula que estos nuevos impuestos europeos generarán, cuando alcancen su velocidad de crucero entre los años 2026 y 2030, una media de hasta 17.000 millones de euros anuales para el presupuesto de la UE.
Este dinero cubre alrededor de dos tercios del dinero necesario para devolver la deuda de Next Generation. El Ejecutivo comunitario propondrá nuevas medidas en 2023 para el tercio restante, que podrían incluir la tasa a las transacciones financieras, según ha dicho el comisario de Presupuestos, Johannes Hahn.
Tradicionalmente, la mayoría de Estados miembros se han opuesto a la creación de impuestos europeos para no ceder soberanía en materia tributaria. El comisario de Presupuestos considera que esta vez será diferente y podrá alcanzarse la unanimidad necesaria.
"Si no hay acuerdo, los Estados miembros tendrán que devolver las subvenciones con contribuciones adicionales basadas en su PIB. A todo el mundo le interesa introducir estos nuevos recursos, porque todos los países se benefician", ha dicho Hahn. Bruselas pretende que las nuevas fuentes de ingresos empiecen a funcionar en 2023.
COMERCIO DE EMISIONES: En la actualidad, la mayoría de los ingresos procedentes de la subasta de derechos de emisión se transfieren a los presupuestos nacionales. La Comisión propone que, en un futuro, el 25% de los ingresos se destine al presupuesto de la UE.
Con este cambio, Bruselas estima que el sistema de comercio de emisiones generará una media de 12.000 millones de euros anuales durante el periodo 2026-2030 para pagar la deuda de Next Generation. Una parte de este dinero se destinará también al nuevo fondo de la UE contra la pobreza energética.
TASA AL CO2 EN FRONTERA: Se trata de una nueva herramienta que propuso Bruselas el pasado junio y cuyo objetivo es igualar el precio del carbono entre los productos europeos y los bienes importados en determinados sectores como el hierro o el cemento. La UE pretende frenar así las deslocalizaciones de empresas a países extracomunitarios con estándares medioambientales más bajos.
La Comisión propone asignar al presupuesto de la UE el 75% de los ingresos generados por esta tasa al CO2 en frontera (CBAM, por sus siglas en inglés). Los ingresos para el presupuesto de la UE se estiman en unos 1.000 millones de euros anuales de media durante el período 2026-2030.
TASA DIGITAL: El Ejecutivo comunitario tiene previsto proponer en 2022 una nueva tasa para garantizar que los gigantes digitales paguen impuestos allí donde tienen actividad. Esta nueva tasa digital servirá para incorporar de forma uniforme en la UE el acuerdo en este sentido alcanzado en la OCDE.
A la espera de la finalización del acuerdo, los ingresos para el presupuesto de la UE podrían situarse aproximadamente entre 2.500 y 4.000 millones de euros al año, según los cálculos de Bruselas.
Tipo mínimo del 15% para las multinacionales
Además de la nueva cesta de impuestos para pagar Next Generation, la Comisión ha adoptado este miércoles un proyecto de directiva cuyo objetivo es aplicar en la UE el tipo mínimo del 15% para las multinacionales en el impuesto de sociedades que se ha pactado también en la OCDE. Incluso los Estados miembros más reticentes, como Irlanda, Hungría o Estonia, acabaron sumándose al consenso internacional, por lo que el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, espera un acuerdo rápido entre los Gobiernos.
"En octubre de este año, 137 países apoyaron un histórico acuerdo multilateral para transformar la fiscalidad mundial de las empresas, abordando las injusticias persistentes y preservando al mismo tiempo la competitividad", destaca Gentiloni.
"Sólo dos meses después, damos el primer paso para poner fin a la carrera fiscal a la baja que perjudica a la Unión Europea y a sus economías. La directiva que presentamos garantizará que el nuevo tipo impositivo efectivo mínimo del 15 % para las grandes empresas se aplique de manera plenamente compatible con el derecho de la UE", sostiene el comisario de Asuntos Económicos.
Finalmente, en su última reunión de 2021, el Ejecutivo comunitario ha aprobado también una directiva cuyo propósito es combatir el uso de sociedades pantalla para evadir impuestos. "Nuestra propuesta establece indicadores objetivos para ayudar a las autoridades fiscales nacionales a detectar empresas que solo existen sobre el papel: en ese caso, la empresa estará sujeta a nuevas obligaciones de información fiscal y perderá el acceso a beneficios fiscales. Se trata de otro paso importante en nuestra lucha contra la elusión y la evasión fiscales en la UE", ha dicho Gentiloni.
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