El Gobierno quiere 'lucir' su conjunto de ayudas a las empresas. Según indican fuentes de Moncloa a Invertia, el Consejo de Ministros aprobará el correspondiente real decreto-ley, que contendrá un paquete de medidas por valor de 11.000 millones de euros para el sector privado, en una sesión extraordinaria que se celebrará el próximo viernes 12 de marzo.
Durante los últimos días, este paquete de ayudas ha sido objeto de importantes controversias dentro del Ejecutivo. Los ministerios de Unidas Podemos han presionado para que las ayudas directas a las empresas ganen espacio y abarquen la mayoría del peso económico de las medidas.
De hecho, lo previsto era que el Consejo de Ministros aprobara el correspondiente RDL este martes. Sin embargo, fruto de estas disputas ministeriales, el Ejecutivo ha decidido posponer la aprobación y dar luz verde a las medidas este viernes. Será en un Consejo de Ministros extraordinario y exclusivo, una fórmula que Pedro Sánchez reserva para cuando no queda más remedio por plazos o para 'grandes ocasiones', como parece ser el caso.
Según indican desde Moncloa, el conjunto de medidas irá destinado a las empresas, pymes y autónomos "de sectores especialmente afectados por la crisis, como el turismo, la hostelería, la restauración y el pequeño comercio". Está diseñado por los ministerios de Economia y Hacienda.
A falta de conocer los detalles concretos del paquete de medidas y los cambios que puedan suceder estos días, el Gobierno prevé unos 5.000 millones de euros a ayudas directas, mientras que otros 1.000 millones serán utilizados para inyectar capital a las compañías más afectadas.
Reestructuración de créditos
El resto, otros 5.000 millones de euros, irán a parar a la reestructuración de los créditos que el Estado ha avalado a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Como explica la agencia, estas reestructuraciones no serán obligatorias para los bancos y se implantarán a través de un código de buenas prácticas al que las entidades podrán adherirse.
El sector financiero ha mantenido durante los últimos días tensas conversaciones con el Ministerio de Asuntos Económicos sobre el diseño de este plan de rescate para las pymes más afectadas por la crisis. El mayor punto de fricción se encontraba en la posibilidad de que el plan incluyera quitas de deuda, algo a lo que los bancos se oponían por las consecuencias que podría tener sobre la estabilidad financiera y la competencia entre las empresas.
Finalmente, la propuesta del Gobierno se ha suavizado y las reestructuraciones no serán obligatorias para las entidades, si bien fuentes conocedoras de las conversaciones consultadas por Invertia explican que en estos momentos el Ejecutivo sigue trabajando sobre los detalles, que podrían variar en el diseño final del plan.