El Banco de España es menos optimista que el Gobierno sobre el impacto que va a tener en la economía la segunda ola de coronavirus en el cuarto trimestre. Ya han sido dos los ministros que han apuntado que España crecerá entre octubre y diciembre, pero la institución prevé en estos meses una caída del PIB del 0,8% intertrimestral en su escenario central y hasta el 3% en el más adverso. Esto supone un retroceso del 9,8% frente al mismo periodo de 2019, según el primer escenario.
Eso sí, en esta ocasión, la caída de la economía española será inferior a la de la media europea debido a que la segunda ola golpeó antes a España. Esto se debe a que una parte de las medidas para contener la pandemia tuvieron ya sus efectos sobre el PIB en los meses del verano, algo que no ocurrió en otros países. En cualquier caso, en términos interanuales, el desplome del PIB español será muy superior al de la zona euro.
Una vez que acabe este año, el Banco de España espera que la economía vuelva a crecer en 2021. De hecho, ha mejorado sus estimaciones para el próximo ejercicio gracias a que ha incorporado la llegada de los fondos europeos que la Unión Europea aprobó este jueves de manera definitiva.
En concreto, estima una caída del 11,1% en 2020 y una recuperación del 6,8% en 2021, en su escenario central. En otro más optimista cree que el descenso del PIB en 2020 será del 10,7% y en el más adverso del 11,6%. En esos dos casos el crecimiento alcanzaría el 8,6% o el 4,2%, respectivamente.
En estas nuevas previsiones, "hemos calculado un peor cierre de 2020 por la segunda ola y un mejor avance de 2021. En primavera de 2021, se produce una aceleración en la recuperación para acabar con el nivel de PIB más optimista que lo que esperábamos en septiembre", ha explicado el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce.
Los economistas del Banco de España son ahora más optimistas sobre los plazos que necesarios para que estén disponibles las vacunas y también porque por fin, incluyen la llegada de los fondos europeos a partir del segundo semestre del próximo año.
No obstante, consideran que el efecto multiplicador que tendrán esos fondos en el PIB será inferior al prometido por el Gobierno y la absorción de esas ayudas será más lenta de lo que estima el Ejecutivo.
En todo caso, la economía española tendrá que esperar hasta 2023 para recuperar la riqueza previa a la llegada de esta pandemia. Además, esa recuperación con forma de 'raíz cuadrada' -y no de 'V'- no será igual para todos los sectores.
Arce ha evitado ilustrar con una letra la forma de la recuperación, pero no descarta la 'K' -una letra cada vez más popular entre los economistas-. Esto se debe a que la vuelta a que la vuelta al crecimiento está siendo muy heterogénea para los distintos sectores.
"Hay sectores mucho más afectados que otros. Conforme se dispongan soluciones médicas efectivas, cabe esperar que las actividades más afectadas, como la hostelería o el turismo, inicien una recuperación gradual. Pero hasta la fecha, está siendo bastante desigual. En el largo plazo, no sería descartable que se recojan cambios en las preferencias de los consumidores o cambios en la estructura sanitaria", ha explicado Arce. Esto tendría un reflejo directo en el PIB.
Lo que sí parece claro para el Banco de España es que ese horizonte lejano de recuperación tendrá un impacto negativo en el empleo. El director general de Economía y Estadística ha reconocido que ante los cambios en la estructura productiva que se van a producir en los próximos meses, es posible que aumente el paro estructural en España.
Según sus previsiones, la tasa de paro acabará este año en el 15,8% (escenario central), aunque puede llegar al 16,2% si empeora la situación. Para el próximo año, el desempleo crecerá hasta el 18,3% o el 20,5% en función de los escenarios. Todavía en 2023, el organismo espera una tasa de paro del 14,3%, que puede alcanzar el 17,6% si se complican las cosas.
En este contexto, las finanzas públicas quedarán muy tocadas. La deuda crecerá este año hasta la horquilla de entre el 115 y 120% del PIB, pero el elevado nivel de endeudamiento "persistirá durante años", ha advertido Arce.
El déficit público se disparará al 10,5% este año y seguirá instalado en niveles elevados durante mucho tiempo. Todavía en 2023 se espera que esté por encima dle 4,5% del PIB, según las previsiones recogidas en el escenario central.