Lo que era un secreto a voces se ha confirmado, sobre todo después de que el INE adelantara el dato en la mañana de este martes. El Ministerio de Hacienda ha publicado que el déficit público rompió en 2019 el techo prometido a la Comisión Europea (del 2% del PIB) y que llegó al 2,6% de PIB, una décima más, incluso, que en 2018. Es la primera vez, desde la crisis financiera, aumenta el saldo negativo de las Administraciones Públicas, y eso sin coronavirus.

A pesar de este incumplimiento de las reglas fiscales, el Gobierno presume de que tanto el Estado como la Seguridad Social redujesen sus correspondientes déficit, a pesar de las medidas sociales que se implementaron durante este periodo y la carencia de unos Presupuestos Generales del Estado. Con lo que la responsabilidad de romper el déficit se ha dejado en el patio de las autonomías.

Así lo da a entender el Ministerio de Hacienda en el comunicado y la presentación que ha enviado a los medios de comunicación, puesto que el Estado de Alarma provocado por el Covid-19 ha impedido la celebración de la tradicional rueda de prensa en la que se suele informar de los datos de cierre fiscal anual.

En ella, no hay referencia alguna al 2% comprometido con Bruselas sino a que España se mantiene “por segundo año consecutivo por debajo del 3% de PIB que exige el Pacto de Estabilidad de la Unión Europea y que le permitió abandonar el año pasado el Procedimiento de Déficit Excesivo”.

De hecho, Hacienda presume de que “el Gobierno logró bajar el déficit del Estado y la Seguridad Social un 10% en conjunto. Dicho de otra forma, el Ejecutivo redujo sus números rojos en 3.340 millones y, al mismo tiempo, aprobó un importante bloque de medidas sociales para reducir la desigualdad”.

Medidas sociales

El departamento se refiere así a la subida de las pensiones o del salario mínimo interprofesional (SMI) así como a la mayoría de las medidas aprobadas durante lo que se vino a denominar los ‘viernes sociales’, entre las que se encuentran la recuperación del subsidio para mayores de 52 años y la devolución del IRPF de maternidad para todas las madres.

De esta manera, la Administración central y la Seguridad Social redujeron su déficit público un 12,7% y un 7,6% respectivamente. En cambio, las comunidades autónomas prácticamente duplicaron su saldo fiscal negativo, que pasó del 0,28% al 0,55% de PIB. Mientras, los ayuntamientos redujeron en un 37,3% su superávit.

Los datos del ministerio explican que el acentuado incremento del déficit autonómico dque se veía venir. Mientras que los ingresos aumentaron un 3,3%, los gastos subieron más de un 5% en un año en el que se celebraron dos elecciones generales y unos comicios autonómicos y locales.

Para Hacienda, a pesar del incremento total, “en conjunto, el déficit público se ha mantenido estable, aumentando una décima respecto a 2018 en un contexto de prórroga presupuestaria y de aprobación de fuertes medidas sociales”.

En total, el déficit público sumó unos 32.882 millones, tras un incremento de los ingresos públicos del 3,8% frente a un aumento del gasto del 4,1% respecto a 2018.

Impuestos

En el campo de las figuras tributarias, la que más incrementó su recaudación fue el IRPF, que subió un 4,9%, seguida de los impuestos especiales (4,1%) y del IVA (1,9%). En cambio, Sociedades cae un 4,4%. ¿La causa? Devoluciones fiscales extraordinarias, indica Hacienda, que afea que esta reducción se dé “a pesar del incremento en un 6% de los beneficios empresariales”.

Sin embargo, en ingresos lo que más crece, y con diferencia, son las cotizaciones sociales. El incremento de las bases de cotización que se ejecutó en 2018 deja notar en las arcas de Seguridad Social, que ingresaron un 7,5% más (11.791 millones) por esta vía, dejando un total de 167.035 millones.

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