Primer jarro de agua fría de la legislatura para la hoja de ruta económica del nuevo Gobierno. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado en dos décimas su previsión de crecimiento para España este año, hasta el 1,6%. Un crecimiento débil que se mantendrá en 2021, año en el que la economía española avanzará una décima menos de lo esperado hasta ahora por sus expertos.
Se trata de la mayor rebaja entre las economías avanzadas de las anunciadas este lunes por el FMI. Además, el crecimiento esperado se sitúa en un rango muy inferior a los que maneja la vicepresidenta Nadia Calviño, que en sus últimas previsiones esperaba un crecimiento del 1,8% para 2020. Por su parte, la Comisión Europea contempla que el crecimiento del PIB en España este año tan solo sea del 1,5%.
Con esta rebaja, el organismo que dirige Kristalina Georgieva empeora por segunda vez en poco más de un trimestre su expectativa de crecimiento para la economía española. El pasado octubre, el FMI ya rebajó una décima, hasta el 2,2%, el avance del PIB para 2019 y otra más para 2020, hasta el 1,8%.
Este enfriamiento de sus previsiones se anuncia a las puertas del Foro Económico Mundial que se inaugura mañana, martes, en la ciudad suiza. Este encuentro ha sido elegido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como primer destino internacional de la nueva legislatura en un claro gesto al mundo de la economía y los negocios, que permanece vigilante ante las medidas que pueda adoptar su coalición de izquierdas.
Sánchez acudirá a Davos acompañado por Calviño y otra de sus vicepresidentas clave, la también ministra de la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
La rebaja de las previsiones del informe bianual Perspectiva Económica Mundial del FMI no es la mejor carta de presentación para España, pero esa rebaja se enmarca en un contexto de enfriamiento económico mundial que no es nuevo.
En el informe, el organismo ha recomendado a los gobiernos endeudados, como es el caso de España, que prosigan con la consolidación fiscal con el fin de estar preparados para la desaceleración y el gasto en prestaciones que se avecina. Una receta que no acaba de comulgar con la idea de Sánchez de incrementar el gasto en sus próximos Presupuestos.
Débil crecimiento global
Ya en octubre, el fondo con sede en Washington revisó a la baja el crecimiento mundial de 2019. Con los datos oficiales de ese ejercicio el crecimiento fue del 2,9%, lo que supone el menor ritmo de expansión desde la crisis financiera que se internacionalizó en 2008.
Par este nuevo año, el FMI espera que el crecimiento mundial sea del 3,3%, con lo que resta otra décima a su última previsión. Y para el próximo año, el recorte ha sido aún mayor, de dos décimas, hasta el 3,4%.
Según ha explicado en su informe, esta revisión a la baja se debe a los resultados "inesperadamente negativos" de la actividad económica de algunas economías emergentes. No obstante, sus economistas también contemplan señales de estabilización que podrían persistir.
La institución considera que tanto la actividad manufacturera, como el comercio internacional están llegando a un punto de inflexión gracias a la política acomodaticia que siguen manteniendo los bancos centrales.
En el caso de la zona euro, el FMI prevé un crecimiento del 1,3% en 2020, año en el que debe materializarse el 'brexit', y otro 1,4% en 2021. La economía española se situaría por encima de ese rango.
Para Estados Unidos, el FMI también recorta una décima sus previsiones hasta el 2% en 2020, lo que supone una desaceleración frente al 2,3% que creció la primera economía mundial el pasado año.