"El TTIP es historia". Así de categórico se ha mostrado el presidente de la comisión de Comercio de la Eurocámara, Bernd Lange, en la prensa alemana. A su juicio, el futuro presidente norteamericano, Donald Trump, no sólo acabará con este controvertido acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos, que se negocia desde 2013, sino que podría desencadenar una guerra comercial mundial con sus políticas proteccionistas. Otros dirigentes de la UE son más cautos, pero todos dan por hecho que Trump congelará las negociaciones del TTIP.
Los ministros de Comercio de los 28, entre ellos el secretario de Estado Jaime García-Legaz, se han reunido este viernes en Bruselas para examinar el impacto de la victoria del magnate inmobiliario neoyorquino. El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, pidió este jueves a Trump que aclare cuanto antes cuál será su política en materia comercial, pero también sobre la OTAN o la lucha contra el cambio climático.
"Respecto al acuerdo comercial con Estados Unidos, no lo veo como algo que vaya a ocurrir en los próximos dos años", ha dicho Juncker. El único consuelo de los dirigentes comunitarios es que Trump apenas se ha referido en campaña al pacto con la UE y ha concentrado sus ataques en otros como el Acuerdo Transpacífico (TPP), que ya ha suspendido, o el Nafta con México y Canadá, que pretende renegociar.
Tampoco es optimista la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström. "Hay razones de peso para creer que habrá una pausa en el TTIP, que ésta no será la mayor prioridad para la nueva administración", avisa Malmström. "Durante bastante tiempo, el TTIP estará en el congelador", ha resaltado este viernes. A su juicio, la UE debe concentrarse ahora en la negociación de otros acuerdos comerciales, como el de Mercosur o el de Japón.
Para el secretario de Estado alemán de Comercio, Matthias Machnig, "es la nueva administración americana la que debe decidir cómo seguimos con el TTIP o incluso si seguimos con el TTIP". Su homólogo francés, Matthias Fekl, cree que la UE ni siquiera debería esperar a lo que decida Trump. "Estas negociaciones deben detenerse. Están muertas y todo el mundo lo sabe, aunque hay mucha gente que todavía no quiere admitirlo", ha afirmado.
García-Legaz cree que es "prematuro" dar por muerto el acuerdo de libre comercio con EEUU porque Trump todavía no se ha pronunciado oficialmente sobre él. "Lo que es evidente es que va a haber un retraso, porque la administración estadounidense es mucho más lenta que las europeas a la hora de nombrar nuevos responsables y asumir nuevos asuntos. Pero una cosa es un parón y otra cosa es meter el TTIP en un cajón", ha dicho el secretario de Estado de Comercio.
Enormes diferencias
Los líderes de la UE se habían comprometido a concluir las negociaciones del TTIP antes de fin de año, durante la presidencia de Barack Obama. Pero la gran contestación social que ha generado el acuerdo y las enormes diferencias entre Bruselas y Washington han hecho imposible cumplir los plazos. Los detractores del tratado aseguran que rebajará los estándares sociales y medioambientales de la UE y sólo beneficiará a las multinacionales. Los mismos argumentos estuvieron a punto de hacer naufragar el pacto con Canadá.
Pero tras 15 rondas de negociaciones, la UE y EEUU se han atascado en cuestiones como la reducción de los aranceles agrícolas y la protección de las indicaciones geográficas. Otras áreas problemáticas son las licitaciones, ya que EEUU se resiste a dar acceso a las empresas europeas a sus contratos públicos, o el sistema de arbitraje para los conflictos entre empresas y Gobiernos. Hasta ahora no se ha cerrado ningún capítulo pese a los tres años transcurridos.
La comisaria Malmström ha dicho que no tiene sentido que haya más rondas de conversaciones sobre el TTIP este año. Únicamente tendrán lugar contactos técnicos con la administración Obama para tratar de consolidar los avances que se habían logrado, de manera que si alguna vez se reanudan las negociaciones no sea desde cero.