Una de las decisiones más importantes de Mariano Rajoy era dirimir la guerra de ministros económicos en su nuevo Gobierno. Es de sobra conocida la relación tensa que han mantenido durante toda la legislatura Luis de Guindos como ministro de Economía y Competitividad y Cristóbal Montoro al frente de Hacienda y Administraciones Públicas. Guindos era el encargado de dialogar (negociar) con Bruselas, mientras que Montoro era el responsable de controlar las cuentas públicas y ejecutar las órdenes europeas.
Los dos pesos pesados del Gobierno han tenido durante toda la legislatura sus más y sus menos y en el nuevo Ejecutivo, Rajoy ha optado por reforzar a Guindos y recortar las atribuciones de Montoro. En concreto, Guindos se queda con la cartera de Industria, que venía dirigiendo en funciones desde la dimisión de su amigo José Manuel Soria. Eso sí, se desgaja de este Ministerio la responsabilidad sobre Energía, que recae en el ministro económico emergente: Álvaro Nadal, que hasta ahora era el jefe de la Oficina Económica de Moncloa.
Montoro conserva el Ministerio de Hacienda, lo que hace que su peso en el Gobierno siga siendo elevado, pero recibe un duro revés de Rajoy al perder los poderes totales sobre las Administraciones Públicas. A partir de ahora esta responsabilidad se desgaja en dos, la cartera de Función Territorial, que se la queda Montoro y la de Administraciones Territoriales, que pasa a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.
Los dos pesos pesados del Gobierno han tenido sus más y sus menos y Rajoy ha optado por reforzar a Guindos y recortar las atribuciones de Montoro
De esta forma, el ministro de Hacienda pierde relevancia en el control de la cartera de Administraciones Públicas justo en una legislatura en la que va a ser clave. El Gobierno tiene que asumir ahora el diálogo con Cataluña, que pasará a dirigir directamente Sáenz de Santamaría y, además, tiene que poner en marcha una reforma de la financiación autonómica. El diálogo con las regiones se prevé muy tenso debido a las grandes diferencias de financiación que hay en los distintos territorios y, además, la situación especial de las comunidades forales.
Guindos ya no quiere irse
Hace un año nadie apostaba por la continuidad de Guindos en el Ejecutivo y hoy ha resultado uno de los ganadores de la lotería de Rajoy. En octubre del año pasado manifestaba en una entrevista en Cope su “voluntad clara de dejar el Gobierno”. Sin embargo, sus aspiraciones a asumir un cargo internacional de relevancia se fueron cayendo una tras otra y, al final, seguir en el Ejecutivo se convirtió en su mal menor’
Para Rajoy es un alivio seguir contando con Guindos al frente de la cartera de Economía y por eso ha querido premiarle incorporando Industria a sus responsabilidades. También conserva las responsabilidades en I+D+i con una Secretaría de Estado. En esta legislatura, esta inversión recuperará su papel prioritario, ya que todos los partidos llevaban en su programa electoral elevar esta partida hasta el 2% del PIB. Pero la responsabilidad más importante que conserva Guindos es la de ser el interlocutor del Gobierno con Bruselas.
En octubre del año pasado, Guindos manifestaba en una entrevista en Cope su 'voluntad clara de dejar el Gobierno'
España tiene que ajustarse a la nueva senda de reducción del déficit que fijó la Comisión Europea en verano y, además, tiene que obtener el visto bueno a los Presupuestos Generales que empezará a negociar de forma inmediata. Esta labor correrá a cargo de Guindos. Para Rajoy es fundamental tener una persona de confianza y con buenas relaciones a nivel europeo para llevarla a cabo. Por eso Guindos es una pieza clave dentro del equipo económico del presidente y sale reforzado.
La duda pasa ahora por saber si Guindos está dispuesto a seguir al frente de la cartera de Economía e Industria durante todo el tiempo que le requiera el presidente, o si buscará un nuevo cargo de relevancia internacional. El mayor revés que sufrió fue en julio de 2015 cuando perdió la carrera por la presidencia del Eurogrupo, contra Jeroen Dijsselbloem. El holandés consoló así a Guindos: “España es un gran país y tendrá otras oportunidades”.
Dentro de dos años se abre una gran oportunidad, la vicepresidencia del Banco Central Europeo, que ahora recae sobre otro ibérico, el portugués Vítor Constancio. Actualmente España no tiene ningún representante en el Comité Ejecutivo de la entidad, después de perder en 2012 el puesto de José Manuel González-Páramo. Como el propio Guindos explicó en su libro España amenazada, Alemania presionó para que España perdiera este puesto como represalia por la mala gestión económica realizada por el Gobierno de Zapatero. Ahora que España es uno de los países que más crece y crea más empleo de Europa podría tener derecho a recuperar un puesto en Fráncfort. ¿Querrá aspirar Guindos a este puesto?
Nadal, el poder en la sombra
Álvaro Nadal era uno de los fijos en las quinielas de ministrables, aunque no para la cartera que ha caído sobre sus espaldas. Para esa sonaba su hermano gemelo Alberto, hasta ahora secretario de Estado de Energía. Álvaro era desde 2011 el máximo responsable de la Oficina Económica de Presidencia. Ejercía el poder, pero en la sombra.
Considerado un hombre de Soraya Sáenz de Santamaría y proximo a Montoro, Nadal cuenta con la ventaja de tener tanto el beneplácito de Génova como del todopoderoso Gobierno alemán de Angela Merkel. De hecho, el Financial Times Deutschland llegó a calificarlo como el español más alemán por su afinidad con la ortodoxia germana, su dominio del idioma y sus continuos viajes a Berlín cuando su esposa, Teresa Lizaranzu, era consejera de la embajada española. Al mismo tiempo, nadie pone en duda su papel en el partido: desde 2004 es el secretario de Economía y Empleo del Partido Popular.
¿Quién es Álvaro Nadal?
Nacido en Madrid el 30 de enero de 1970, ha sido diputado en las cuatro últimas legislaturas. Su formación va paralela a la de su hermano. Ambos son licenciados en Derecho y Ciencias Económica por ICADE y los dos son técnicos comerciales y economistas del Estado. Álvaro fue el primero de la promoción, Alberto el segundo.
La carrera del ya ministro está desde 1997 vinculada a la política. Primero como asesor del Ministerio de Industria y Energía. Después en Economía, con Cristóbal Montoro y con Rodrigo Rato. Un paréntesis le llevó a Israel, donde fue consejero económico y comercial de la embajada durante dos años. Su esposa era allí cónsul. De vuelta a España, en 2001, regresó a Economía. En lo personal, es padre de dos niños. Hoy su mujer es Embajadora Delegada Permanente de España ante la UNESCO en París. Cargo que ocupa desde verano de 2015.
Como ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, bajo su responsabilidad recaerá casi el 20% del Producto Interior Bruto
Como ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, bajo su responsabilidad recaerá casi el 20% del Producto Interior Bruto (PIB). Ahí el turismo es la joya económica y Nadal podrá presumir, si nada se tuerce, de que este año volverá a lograrse un nuevo récord de turistas foráneos. La gestión del sector energético, en esta legislatura, será más tranquila porque las grandes transformaciones las hizo su hermano. Fue Alberto Nadal quien ideó la reforma que acabó con las primas a las renovables y, también, con el déficit de tarifa, esa losa que pesaba como deuda a favor de las eléctricas.
La tercera pata de su Ministerio es su gran incógnita. La agenda digital conllevará, en teoría, una mayor apuesta por el ecosistema emprendedor, una de las exigencias de Ciudadanos de cara al nuevo Gobierno. Tendrá que regular la protección de datos, las grandes plataformas de las redes sociales y hablar cara a cara con las grandes ‘telecos’. Y tendrá que negociar con el resto de ministerios. Incluido el de Cultura, donde no tiene demasiados amigos. Fuentes del mundo del cine le señalan como responsable de no reducir el IVA cultural y de su exclusión en el pacto con la formación de Albert Rivera.
Los otros tres ‘económicos’
Tras Guindos, Montoro y Nadal, Fátima Báñez se consolida en el Gobierno de Rajoy al frente de Empleo y Seguridad Social. El país está creando medio millón de puestos de trabajo al año, lo que refrenda su actuación al frente de Empleo. Pero, además, fue designada por Rajoy para liderar la negociación con Ciudadanos del verano en la que acordaron desbloquear la investidura.
Otra figura que se consolida en el Ejecutivo de Rajoy es Isabel García Tejerina, que sustituyó a Miguel Arias Cañete al frente de Agricultura en 2014. Entre los retos de su política se encuentra consolidar las cuotas pesqueras y de exportación agrícola en el plano internacional, donde la industria española encuentra uno de sus principales caladeros económicos.
La gran sorpresa en el terreno económico es una joven promesa del partido, que llevará las riendas del Ministerio de Fomento en sustitución de Catalá (titular en funciones) y, sobre todo, Ana Pastor. Íñigo de la Serna (Bilbao, 1971) fue el alcalde más joven de una gran capital tras acceder al consistorio de Santander en 2007. Entre sus retos, el ministro tendrá que enfrentarse a las negociaciones de contratos en el exterior en los que participa el Estado como la construcción del AVE a La Meca.