Han pasado más de dos años desde que la economía española volvió a crear empleo y la recuperación del mercado laboral sigue mostrando las mismas debilidades, incluso acentuadas en los últimos trimestres. La creación de empleo se mantiene a ritmos superiores al 2,5%, pero el problema es que la mayor parte de los nuevos contratos son temporales. Tanto que en el tercer trimestre del año se destruyeron puestos de trabajo fijos, en total fueron 29.100 menos y todo el empleo que se creó fue temporal, con 216.800 asalariados más.
La recuperación del mercado laboral se apoya sobre los contratos de baja calidad que, si bien permiten reducir el paro, están aumentando a pasos agigantados el problema del trabajador pobre. La tasa de temporalidad del mercado laboral español subió en el tercer trimestre hasta el 27%, niveles que no se veían desde el año 2008, según los datos de la EPA (Encuesta de Población Activa) publicados esta mañana por el INE.
Desde 2013 por cada empleo indefinido nuevo, se han creado 3,2 puestos de trabajo temporales
Cuando estalló la crisis, las empresas se deshicieron primero de los contratos temporales y, por este motivo, la tasa de temporalidad cayó mucho. Sin embargo, ahora que ha vuelto la creación de empleo, los contratos precarios se han vuelto a imponer.
En total, el número de asalariados con contrato temporal aumentó en el tercer trimestre hasta superar los 4,1 millones de personas. Esto significa que desde 2013, cuando el mercado laboral empezó a recuperarse, se han creado más de 1 millón de puestos de trabajo temporales. En este periodo, por cada empleo indefinido que se creaba, se originaban 3,2 puestos de trabajo temporales. Estos datos no son contratos firmados (a los temporales se les contrata periódicamente, por lo que firman muchos contratos) sino empleos existentes en cada trimestre.
El balance de Rajoy
El Gobierno volvió a presumir ayer, durante el discurso de investidura de Mariano Rajoy, de la recuperación que ha vivido el mercado laboral durante su mandato. En efecto, la tendencia del empleo ha experimentado un cambio de 180 grados del que se benefician los españoles. Sin embargo, la creación de empleo se basa en los contratos temporales y a media jornada, lo que incide en la precariedad laboral.
Antes de la llegada de Rajoy a La Moncloa España tenía casi 150.000 trabajadores indefinidos más de los que tiene ahora y había casi 400.000 temporales menos. En 2011 la tasa de temporalidad no alcanzaba el 25% y, desde entonces, ha aumentado en dos puntos, hasta el 27%.
El problema es que la destrucción de empleos indefinidos se localiza en los que tenían un contrato a tiempo completo, mientras que el número de indefinidos a tiempo parcial se ha incrementado. En concreto, actualmente hay casi 300.000 indefinidos a tiempo completo menos y 150.000 asalariados más con un contrato indefinido a tiempo parcial.
En el caso de los temporales, ha crecido en las dos modalidades desde el cuarto trimestre de 2011, cuando Rajoy llegó a la Presidencia. Ahora hay casi 270.000 asalariados más con un con contrato temporal a tiempo completo y 130.000 más a tiempo parcial.
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