El Banco de España ha terminado ya su cálculo del coste del rescate de Bankia para el Estado. Lo ha hecho contabilizando a BFA (matriz de Bankia) dentro del sector de las Administraciones Públicas, tal y como ha indicado Eurostat. Esto significa que ha tenido que contabilizar la deuda de BFA dentro del pasivo total del Estado a partir del año 2013. Este cálculo retroactivo ha supuesto añadir más de 20.000 millones de euros a la deuda pública del primer trimestre de ese año. De este modo, BFA, entidad controlada al 100% por el Frob y que posee el 64,47% de las acciones de Bankia, ha pasado a valorarse íntegramente como una empresa clasificada dentro de la Administración Pública.
El Banco de España ha republicado todos los datos de deuda pública ya actualizados con las cifras de BFA incorporadas. Estos 20.000 millones de euros equivalen a dos puntos del PIB y que, a modo de ejemplo, es lo mismo que cuesta Endesa en bolsa o algo más de la mitad de lo que cuesta BBVA.
La deuda de BFA se incorpora de forma íntegra en las cuentas de la Administración Central, por lo que el pasivo de las autonomías y de las corporaciones locales no se ha visto afectado. De este modo, la deuda del Estado superó en 2013, por primera vez en la historia, los 800.000 millones de euros y la deuda del conjunto de las Administraciones llegó a pasar de los 950.000 millones. Actualmente está ya por encima de los 1,1 billones de euros.
Esta suma de deuda quita todo el sentido al discurso que mantuvo el Gobierno durante esos años, en los que presumió de que había conseguido mantener a raya la deuda pública por encima del montante del PIB. De hecho, ya en el último trimestre de 2014 el montante de los pasivos superó al PIB, alcanzando el 100,4%. No hay que confundir el pasivo de BFA con el rescate de Bankia en el año 2012. El préstamo para salvar a las antiguas cajas, que superó los 41.000 millones de euros en 2013, ya se contabilizó en su momento. Esto que ha hecho ahora el Banco de España es computar la deuda de BFA dentro del sector de las Administraciones Públicas.
A medida que BFA ha ido reduciendo su deuda, también lo ha hecho el Estado. Así, el pasivo que ha computado el Banco de España al final del año 2014 es de algo menos de 7.000 millones de euros. La actualización de los datos a partir del año 2015 ya lo hizo en abril por mandato de Eurostat, como adelantó EL ESPAÑOL. Ya entonces añadió 5.500 millones de euros a los maltrechos datos de la deuda pública.
Hasta ahora la deuda de BFA se había computado como si fuese una entidad privada, por lo que no se incorporaba al pasivo del conjunto de las Administraciones. El INE consultó a Eurostat cómo debía computar esta deuda al inicio del año y la oficina de estadísticas de Bruselas fue tajante: esta entidad es pública y, como tal, hay que incorporar su deuda al Estado.
Revisión del PIB
El Banco de España ha aprovechado la actualización de las cifras de deuda para incorporar el nuevo cálculo del PIB elaborado por el INE y con el que ha rebajado los datos de la economía española de los años 2012, 2013 y 2015. La consecuencia de esta revisión es que la ratio de deuda/PIB ha vuelto a aumentar, ya que se reduce el denominador.
La suma de todas las actualizaciones hace que el máximo de deuda pública marcado por España en este año 2016 haya marcado un nuevo récord histórico de la serie que elabora el Banco de España desde 1994. En el primer trimestre del año, el endeudamiento alcanzó el 101,1% del PIB y en el segundo trimestre se contrajo una décima hasta el 101%.
Esta revisión al alza de la ratio del pasivo hace prácticamente imposible que el Gobierno en funciones consiga cerrar el año con un endeudamiento inferior al 100% del PIB como prometió a Bruselas. Si se contabiliza solo el pasivo de la Administración Central, la deuda alcanzó el 88,8% en el primer trimestre del año, cifra que contrasta con el 58,3% de deuda que heredó Mariano Rajoy cuando ganó las elecciones de 2011.