El Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda (CSIHE), que se encuentra adscrito a la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), se encarga de efectuar la correspondiente inspección tributaria y financiera empresarial e individual, con el objetivo de conseguir que tanto los ciudadanos como las empresas y los autónomos hagan frente a sus obligaciones tributarias y abonen los impuestos que les corresponden, pero también lleva a cabo labores de asesoramiento fiscal a aquellos órganos administrativos que así lo requieran.
En España hay cerca de 2.000 inspectores de Hacienda pertenecientes al Cuerpo (grupo A1) de un total de 42.211 trabajadores de la Agencia Tributaria, entre los cuáles se encuentran más de 9.000 trabajadores pertenecientes a un grupo A2 que engloba a subinspectores, gestores y técnicos.
Con la finalidad de trabajar para evitar que se produzca un fraude fiscal, la carrera de los inspectores de Hacienda es una de las más prestigiosas y valoradas dentro de la Administración Pública, ya que tienen una labor fundamental para el adecuado desarrollo de la sociedad. Estos profesionales se encargan de garantizar que los ciudadanos, empresas y autónomos cumplan con sus obligaciones tributarias, y esto es necesario puesto que ese dinero es el que sostiene los gastos y las infraestructuras públicas, contribuyendo a poder alcanzar un estado de bienestar.
Las funciones de un inspector de Hacienda
De acuerdo a lo estipulado por la Ley General Tributaria, un inspector de Hacienda tiene dos funciones principales, que son las siguientes:
- Comprobar, a efectos de verificación, actos, elementos y valoraciones que los obligados tributarios presentan en sus respectivas declaraciones.
- Investigar aquellos hechos que puedan ser constitutivos de un fraude fiscal.
De esta manera, un inspector de Hacienda no se limita a recaudar dinero, ya que su función va mucho más allá, siendo esta la última de las fases en la labor de estos profesionales.
Dónde y cómo trabaja un inspector de Hacienda
De manera general, un inspector de Hacienda que trabaja para la Agencia Tributaria, puede desempeñar su labor profesional en los servicios centrales o territoriales. En el caso de los primeros, se encargan de desempeñar labores relacionadas con asesoría, coordinación de área, subdirector general, director general, vocal de los tribunales económico-administrativos, o de delegado de la AEAT, entre otras funciones.
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En el caso de los servicios territoriales, estos profesionales comienzan siendo partes de Unidades de Inspección, para posteriormente, en algunos casos, llegar a alcanzar puestos relacionados con la Jefatura de Dependencia o de Administrador Jefe en una de las Administraciones de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria.
Por otro lado, conviene destacar que existen tareas específicas de los inspectores de Hacienda, como son las de llevar a cabo la coordinación de las actuaciones de investigación de fraude fiscal, inspección tributaria y financiera, preparación de hojas de cálculo y bases de datos, asesoramiento a empresas y particulares, gestionar expedientes electrónicos de inspección y sanciones, emitir diligencias y requerimientos, etcétera.
Asimismo, las funciones de un inspector de Hacienda van incluso más allá del terreno de la AEAT, como muchos piensas, ya que también se encargan de llevar a cabo labores de verificación y control en el área de Aduanas e Impuestos especiales.
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Además, estos altos funcionarios resuelven recursos de carácter tributario contra actos que ha dictado la AEAT en los tribunales económico-administrativos, y también están presentes en otros órganos como el Instituto de Estudios Fiscales, donde se organizan los procesos de selección de algunos cuerpos del Ministerio de Hacienda.
¿Cuánto cobran los inspectores de Hacienda?
En la Administración Pública nos encontramos con que el salario de los inspectores de Hacienda del Estado es uno de los más altos, tanto por su elevado escalafón como por el importante bonus que reciben.
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En este caso su nómina se encuentra integrada por un sueldo base, los trienios (cada tres años se añade una gratificación), el complemento de destino, el complemento específico (condiciones de algún puesto de trabajo de acuerdo a su dificultad técnica, dedicación, incompatibilidad, penosidad…, y complemento de productividad.
Si se suman tanto el salario base como los correspondientes complementos, su nómina es una de las más altas de toda la Administración Pública. Al igual que los notarios o los abogados del Estado, son funcionarios A1, un grupo al que se accede a través de oposición, con nivel 26 y una retribución que se sitúa en torno a los 53.000 euros brutos al año. No obstante, el salario de cada inspector de Hacienda varía en función tanto del puesto que este desempeñe como el complemento específico que le sea asignado.
Al sueldo base se suman los complementos que permiten llegar a alcanzar, de media, un salario anual de 50.000 – 60.000 euros brutos anuales, aunque en puestos de jefatura o delegación, se pueden llegar a alcanzar cantidades económicas muy superiores, llegando con el complemento específico a alcanzar los 80.000-90.000 euros al año.
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Con respecto a su sueldo hay que tener presente que, a su salario mensual hay que añadir dos pagas extraordinarias que, como el resto de funcionarios, perciben en los meses de junio y diciembre.
Sin lugar a dudas se trata de un salario que está muy bien remunerado, pero no es sencillo llegar a optar a uno de estos puestos. Existen dos sistemas de acceso al Cuerpo de Inspecciones de Hacienda, por oposición libre y promoción interna. La media actual para la aprobación de las oposiciones se sitúa entre los 2 y 4 años.