Para el Banco de España, lo importante no es, o al menos no sólo, la cifra, sino cómo se compara con la del resto de países del entorno. En este sentido, cabe destacar que la tasa media de paro estructural de la zona euro es del 6%. España dobla la media. Los motivos de un diferencial tan elevado son dispares, señala el organismo, que reconoce la dificultad para alcanzar el fondo de la cuestión.

En el capítulo sobre Empleo de su nuevo Informe Anual, publicado este miércoles, el Banco de España destaca que "la elevada magnitud del desempleo de la economía española, incluso en períodos de intensa recuperación económica, y su desigual distribución por grupos de población sugieren que una buena parte de este es de carácter estructural".

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Las causas, apunta, "continúan siendo objeto de debate", si bien señala que "una parte importante de las diferencias internacionales" en las tasas de paro "tienen que ver con las propias instituciones y políticas que afectan directamente al funcionamiento del mercado laboral".

En lo que se refiere a las políticas activas de empleo, la entidad propone revisar el papel de los servicios públicos de empleo en la intermediación laboral. Para ello, propone el uso de tecnologías en el emparejamiento entre vacantes y empleados, así como mejorar temarios y programas de formación y adaptarlos a las necesidades del mercado laboral. Para el Banco de España hay "margen de mejora", ya que tanto la participación de los desempleados como el gasto en las políticas activas son "reducidas" si se compara con otros países de la Unión Europea. 

Por su parte, las políticas pasivas de empleo -prestaciones y subsidios- tampoco funcionan adecuadamente, a tenor del regulador. En su informe destaca que la tasa de protección del sistema de desempleo en España es relativamente baja en comparación con el contexto europeo, del 55% sobre el total de trabajadores en paro.

Pero, por el contrario, apunta que la tasa de sustitución de la prestación contributiva (su cuantía respecto a los ingresos previos) es relativamente alta, de entre el 60% y el 80%. Es por ello por lo que propone "introducir cambios en la duración de las prestaciones/subsidios —posiblemente condicionados al ciclo económico— y/o sendas decrecientes en sus cuantías, sin reducir los niveles de protección ex ante".

Relación entre la tasa de paro y los perceptores de las prestaciones por desempleo para el período 2014-2021

Asimismo, aboga por permitir que algunos subsidios y prestaciones sean compatibles, ya sea de manera temporal o permanente, con el empleo. Es decir, que pasen a ser un "complemento salarial" en el momento en que la persona encuentra un empleo. Según el Banco de España, esto facilita la movilidad laboral y la salida del desempleo.

Igualmente, el Banco de España se refiere a otros elementos "que influyen tanto en el ritmo de creación de empleo como en su estabilidad", entre los que enumera los diferentes tipos de contrato, el nivel de los costes del despido o los "múltiples factores que condicionan la negociación colectiva".

Problemas similares

Pese a la elevada tasa de desempleo, la institución liderada por Pablo Hernández de Cos destaca que esta es compatible con tener los mismos problemas de los mercados laborales de los países del entorno. Problemas que tienen que ver con la escasez de mano de obra, que el Banco de España señala que se observa para vacantes de alta y baja cualificación, o los retos de la transformación tecnológica y demográfica.

"La tasa de vacantes ha ido aumentando en los últimos años. Aunque lo ha hecho por debajo del resto de países del entorno, ha sido compatible con una tasa de paro elevada. Se observan vacantes de manera generalizada en todos los sectores y nivel de cualificación", aseguró durante la presentación del informe Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España.

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Acerca del envejecimiento, el regulador afirma que "si nada más cambia, tendrá una incidencia negativa sobre el empleo y la productividad". Y ninguna de las eventuales soluciones que están sobre la mesa, como el alargamiento de la vida laboral o una mayor implicación de la población extranjera en el empleo, resuelve el problema. "Las medidas sólo son paliativas", advierte el Banco de España.

Por su parte, la institución apunta que la actual revolución tecnológica, resultado de la implementación de la Inteligencia Artificial (IA), producirá el "desplazamiento" de trabajadores. Y no se muestra convencido de que, como ha ocurrido en el pasado con otras disrupciones tecnológicas, ese desplazamiento, que no deja de ser la destrucción de puestos de trabajo, esté seguido de la creación de nuevos empleos.

"La evidencia histórica nos dice que la destrucción de empleo se ve compensada por esa generación de nuevos puestos de trabajo (...), pero la duda está en si seguirá siendo así a futuro", ha asegurado Gavilán.