El dato del IPC de noviembre, con la inflación en el 3,2%, ha confirmado la cifra de revalorización de las pensiones contributivas, que subirán el próximo año un 3,8%. Este incremento esta vinculado por ley a la evolución de los precios y beneficará a 10 millones de pensionistas.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, anunció esta semana cómo evolucionarán el resto de pensiones, con repuntes de entre un 5% y un 14%.
En concreto, las pensiones no contributivas, así como el Ingreso Mínimo Vital, se elevarán en 2024 un 6,9%. Por su parte, las pensiones por viudedad con cargas familiares se revalorizarán un 14,1%.
Aquellos que perciban pensiones mínimas se beneficiarán el próximo año de un incremento de entre el 5% y el 7% en 2024, según ha anunciado la titular de la Seguridad Social en una entrevista con EFE.
Tras conocerse la subida definitiva de las pensiones contributivas, Saiz ha reconocido el acierto de "la reforma de las pensiones aprobada en 2021, con la contribución de los agentes sociales y los partidos políticos que votaron a favor". "Por tercer año consecutivo, el Gobierno de España protege el poder adquisitivo de nuestros
pensionistas", ha añadido.
En cifras
La pensión media de jubilación en España se sitúa en la actualidad en unos 1.380 euros. Para esta prestación, el incremento del 3,8% supondrá una subida de 52 euros mensuales, con lo que el monto mensual quedaría en el entorno de los 1.430 euros.
Por su parte, una pensión media, en 1.200 euros, aumentará 638 euros al año, que suponen 46 euros al mes.
Las personas beneficiarias de pensiones mínimas, con esa subida de entre el 5% y el 7%, según las circunstancias, se traducirá en un repunte de entre 16,5 y 100 euros al mes, depende de la clase de pensión.
En el caso de la pensión mínima de viudedad con cargas familiares, en la actualidad en unos 905,9 euros, pasará a los 1.033,6 euros en 2024, tras anotarse esa subida del 14,1%.
Las revalorizaciones anunciadas por Saiz responden a lo previsto en la reforma de las pensiones, ya que la segunda pata de esa norma, aprobada en marzo, contemplaba mejoras en las pensiones mínimas contributivas.
La ley establece una subida progresiva superior al IPC entre 2024 y 2027, para asegurar que tras ese periodo las pensiones mínimas contributivas no sean inferiores al umbral de la pobreza calculado para un hogar compuesto por dos adultos.
"La gran noticia es que las pensiones que más suben son las más bajas, que
corresponden a las personas con menor renta y que tiene un efecto directo en la
reducción de la brecha de género, uno de nuestros objetivos irrenunciable", añade Saiz.