La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tendrá que poner de acuerdo a los empresarios y a los sindicatos para cerrar la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 2024. Tras la primera toma de contacto la semana pasada, en Trabajo empieza ahora una labor que roza el equilibrismo para acercar posturas y dar con una cifra que contente a los agentes sociales.
La patronal y los sindicatos parten de porcentajes bastante dispares, desde el 2,9% de la CEOE hasta el 5% por el que aboga CCOO. La horquilla es amplia, aunque fuentes de la cartera de Díaz mantienen que las posiciones son lo suficientemente flexibles como para lograr el acuerdo tripartito.
En Trabajo tampoco dan una cifra cerrada para el incremento del SMI, si bien la ministra ha deslizado en las últimas semanas el 4% como entorno de subida. Los negociadores de Díaz no quieren imponer porcentajes, pero advierten de que no les vale cualquier número.
El Gobierno se mueve entre dos párametros: el 60% del salario medio español, como recomienda la Carta Social Europea, y el mantenimiento del poder adquisitivo, que en la práctica implicaría que la actualización del SMI fuera igual o superior a la inflación.
Trabajo sabe que cuenta con un margen amplio para negociar y con espacio suficiente para convencer a ambas partes. Las sensaciones en el Ministerio son buenas. Fuentes de la cartera entienden que el paso al frente de la CEOE y Cepyme, con su propuesta de subida incluso antes de la convocatoria para el Diálogo Social, se traduce como un aval de la patronal a los incrementos previos del SMI, incluso aquellos que los empresarios no firmaron.
[La CEOE propone subir el salario mínimo (SMI) casi un 3% en 2024, hasta los 1.112 euros al mes]
No obstante, en Trabajo también tienden la mano a los sindicatos. En la cartera de Díaz recuerdan que ese 60% del salario medio, recomendado por la Carta Social Europea, es sólo el mínimo y no descarta llevar el SMI por encima de ese porcentaje si así se decide en el Diálogo Social.
Trabajo, CEOE, CCOO y UGT volverán a sentarse este lunes en la mesa de diálogo, ya con porcentajes concretos por parte de cada agente social. Fuentes próximas a la ministra insisten en que el Ministerio buscará el consenso para pactar una cifra que valga a los sindicatos y acepte la patronal. Si eso ocurre, Díaz estrenaría esta legislatura con un acuerdo tripartito, olvidados en la anterior tras los diferentes desencuentros entre el Gobierno y los empresarios.
Impacto del SMI
Pese a las dudas sobre el cálculo del SMI y las referencias del salario medio, expresadas en varias ocasiones por UGT, en Trabajo insisten en que esta renta media ya se encuentra en el 60% del salario medio español.
El Ministerio toma como referencia el salario medio bruto en 2.186 euros, que queda en 1.681 euros netos tras descontarle 505 euros entre IRPF y cotizaciones. En el caso del SMI, el bruto este 2023 han sido 1.080 euros, que menos 72 euros de IRPF y cotizaciones, da un salario mínimo de 1.008 euros, el 60% del neto medio.
Trabajo contrapone este resultado con el de 2018, cuando el SMI era sólo el 43% del salario medio español. Ese año, el salario medio bruto español era de 1.953,5 euros, que después de IRPF y cotizaciones, 424,9 euros, arrojaba un resultado de 1.528,6 euros netos.
Por su parte, el salario mínimo bruto era de 707,7 euros, que menos cotizaciones e IRPF quedaba en 662,1 euros netos, lejanos a los 917,1 euros netos que habrían sido entonces el 60% del salario medio español.