La sombra de los fijos discontinuos o por qué la OCDE duda de la calidad del empleo en España
Díaz se queda con la segunda versión del informe de la OCDE para defender la reforma laboral.
15 julio, 2023 02:46Las dudas sobre los fijos discontinuos de la reforma laboral de Yolanda Díaz han vuelto a aparecer a una semana de las elecciones generales. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) tampoco parece tener claro el efecto de los fijos discontinuos en el mercado de trabajo.
En una primera versión del informe "Perspectivas de Empleo 2023", publicado este martes, la OCDE advirtió de que el impacto de este tipo de contratos en la reducción de la temporalidad "es aún incierta" y recomendó al Gobierno español realizar una supervisión continua de esta modalidad, además de avanzar en una regulación más estricta.
Sin embargo, la OCDE publicó después un segundo documento en el que desaparecían las alusiones a los fijos discontinuos y se limitaba a destacar que la reforma laboral contribuyó a mejorar la calidad del empleo en España, con una caída de la temporalidad del 30%. La única referencia a la redacción anterior quedó en que "el uso de los contratos indefinidos para trabajo estacional (...) puede contribuir a la reducción de la tasa de temporalidad", aunque deberá comprobarse con una evalución de impacto en 2025.
Acusaciones de "maquillaje"
La reforma laboral de Yolanda Díaz recuperó la modalidad de fijo discontinuo para sustituir a los contratos por obra y servicio. Con este cambio, el Gobierno buscó dotar de más derechos a los trabajadores al garantizarles una relación contractual indefinida y dar estabilidad a los empleados por temporadas.
Con la reforma laboral, los fijos discontinuos volvieron a aparecer en los cómputos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), como parte de los contratos indefinidos, aunque su utilización no tardó en generar dudas. La oposición pronto acusó al Gobierno de "maquillar" los datos del paro y en el Ministerio de Díaz se apresuraron a trabajar en una depuración de esas cifras para determinar activos e inactivos.
A una semana de las elecciones, ese desglose ya no llegará. El secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, admitió en la última rueda de prensa de presentación de los datos del paro, a principios de mes, que no se había logrado afinar la estadística para ofrecer ese detalle. No obstante, Díaz ha insistido, desde la entrada en vigor de la reforma laboral, en que esta forma de contabilizar los fijos discontinuos es la misma desde 1985.
Además de la falta de profundidad de esos datos, el Gobierno tampoco proporciona datos acumulados de los fijos discontinuis, sino su resultado mes a mes. En enero de 2020, apenas se registraron 13.862 contratos de este tipo. En marzo de 2022, tras el fin de la vacatio legis de la reforma laboral, se contabilizaron 106.002 contratos de este tipo. En junio de ese año, coincidiendo con la temporada de verano, ascendieron a 292.679, mientras que en el mismo mes de 2023 quedaron en 251.967.
Los datos de estos meses no reflejan ninguna tendencia identificable ni ningún patrón que se repita. A eso se suma la falta de información sobre cuántos de esos trabajadores están activos y cuántos inactivos.
No obstante, la suma total de los contratos fijos discontinuos realizados desde marzo de 2022 a junio de este año asciende a 3.413.238, según las estadísticas consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia.
El paro baja de los 3 millones
A pesar de esa advertencia, luego retirada, sobre los fijos discontinuos, el informe de la OCDE destaca la "notable resistencia y dinamismo" del mercado laboral español en los últimos años. En este sentido, subraya la caída del 30% en la contratación temporal y el crecimiento de la contratación indefinida, impulsada, también, por esos fijos discontinuos.
En el semestre, los registros del SEPE han contabilizado 3.426.380 contratos indefinidos, un 4,40% más que en el mismo periodo de 2022. De esos, 1.468.708 fueron a tiempo completo y 789.947, a tiempo parcial.
En el caso de los temporales, su firma se redujo un 32,65%, hasta sumar 4.236.446 contratos temporales hasta junio. De esos, 2.856.114 fueron a tiempo completo, un 33,02% menos que en el primer semestre de 2022, y 1.380.332 a tiempo parcial, con un descenso del 31,86%, según el SEPE.
Desde el sindicato USO, también alertan de una caída en la duración media de los contratos. USO lo cifra en 43 días a fecha de mayo de este año, lo que supone una reducción de nueve días en comparación con ese mes de 2021. Por su parte, los contratos de duración inferior a la semana suponen el 22,4% del total de contratos realizados, también con datos de mayo, y el 40% de los contratos temporales que se realizaron.
Aunque todavía queda conocer los datos de paro de julio, que no se publicarán hasta comienzos de agosto, ya pasadas las elecciones, Díaz se despide de la cartera con el número de parados por debajo de los 3 millones, en concreto, con 2.688.842 de parados hasta junio. Esto supone una caída del 17,36% desde enero de 2020, cuando asumió el cargo.
Por su parte, los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al primer trimestre, cifran la tasa de paro española en el 13,26%. Esto supone que durante el mandato de Díaz se ha reducido en 1,15 puntos porcentuales, desde el 14,41% del primer trimestre de 2020. Tampoco hay que olvidar que durante la pandemia, la tasa de paro repuntó hasta el 16,26% en el tercer trimestre de ese año, con lo que, en comparación con entonces, ha caído 3 puntos porcentuales.
Otro de los objetivos de la reforma de Díaz era acercar la tasa de paro española a la media de la Unión Europea (UE). La brecha se ha acortado en estos meses, pero España sigue a la cabeza. En mayo, la tasa de paro de la eurozona fue del 6,5%, mientras que la de UE quedó en el 5,9%, su mínimo histórico. La de España ese mes fue del 12,7%, el doble.
El PP no solo afea a Díaz el "maquillaje" en los datos del paro, sino también la caída en las horas trabajadas. Los datos de la EPA del primer trimestre muestran que un español trabajó, de media, 33,6 horas trabajadas a la semana. Esa es la cifra más alta desde el segundo trimestre de 2021, pero sigue por debajo de los niveles prepandemia. En el primer trimestre de 2019, las horas trabajadas por ocupado estaban en 34,5, de media.