El Gobierno ha dado luz verde, tras el Consejo de Ministros, a la prohibición de que haya personas trabajando al aire libre en las horas de mayor temperatura. Y será así cuando la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) declare alerta roja o naranja por altas temperaturas. Una medida que afectará a unos tres millones de trabajadores.

Las actividades laborales que más se verán afectadas por la medida son, por ejemplo, la construcción y la agricultura. Pero también abarcan otras profesiones como los jardineros, los mensajeros, los carteros, los guías turísticos, los animadores de hoteles…

Eso sí, quedarían exentos aquellos otros empleados cuyo trabajo es considerado como esencial. Es el caso de policías, sanitarios, bomberos, socorristas o agentes forestales.

Los sectores más afectados

En España, el número de ocupados según la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de 2023 es de 20.452.800 personas. Y si ponemos el foco en los afiliados a la Seguridad Social, han sido 20.661.195 personas en el mes de abril.

Si se despiezan esos datos por sectores, y se pone el foco en aquellos en los que más actividad al aire libre tienen (construcción, hostelería y agricultura), la suma de personas que podrían verse afectadas por la medida rondaría los tres millones.

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Según los datos de la Seguridad Social, en la construcción trabajaron en el mes de abril 1.389.984 empleados. En el caso de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, esa cifra es de 338.923 personas. Mientras que en la hostelería, la cantidad es de 1.777.960.

En este último supuesto, hay que diferenciar entre restauración y alojamiento. En el primer supuesto, donde más trabajadores pueden trabajar al aire libre, su número supera los 1,4 millones, mientras que en el alojamiento la cifra es de 372.722 trabajadores.

Cierto que no todos los trabajadores del sector pueden estar expuestos a las condiciones meteorológicas. Por ejemplo, dentro de la restauración, un camarero sí puede trabajar al aire libre, pero no un cocinero. Pero este último sí se engloba dentro de estos trabajadores debido a las altas temperaturas que puede sufrir al llevar a cabo su labor. Lo mismo sucede con soldadores, empleados de altos hornos o peluquerías.

¿Qué otros sectores se ven afectados?

Más allá de estos sectores, hay otros empleos que también se verán afectados por la medida de suspender o restringir la jornada laboral por ola de calor. Por poner algún ejemplo, tenemos el caso de los carteros.

En este supuesto, las personas que se verían afectadas por la medida serían 30.434, que son los carteros que Correos tiene en nómina. Y si ponemos el foco en los riders, la plantilla de Glovo la componen 15.000 trabajadores, mientras que la de Just Eat se queda en 2.000 personas.

Trabajadores del sector de la construcción. Pixabay

"La norma establece prohibiciones horarias en determinadas condiciones meteorológicas que hacen más penoso el trabajo y ponen en peligro la salud", ha afirmado Luis Planas, ministro de Agricultura, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Dos son los escenarios que ha contemplado el Gobierno: por un lado, evitar que algunas tareas se desarrollen a determinadas horas del día; por otro, que las empresas reduzcan la jornada laboral de los trabajadores o, en su caso, redistribuyan la jornada. Este último supuesto ya se hace en la construcción, con jornada intensiva en verano, y recuperando las horas que no se llevan a cabo en invierno.

Durante el pasado año, el Ministerio de Trabajo envió más de 115.000 cartas a empresas de hostelería, recogida de residuos o labores al aire libre en las que se incluía documentación técnica con medidas para evitar el golpe de calor.