Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, se mantiene en sus trece y acepta el guante que le ha arrojado Nadia Calviño, e incluso Pedro Sánchez. La reforma laboral es cosa suya y la derogación de las medidas aprobadas por el Partido Popular en 2012 será una realidad este año.
Díaz ha asegurado que ya hay "una decisión inalterable para este año: la derogación de la reforma laboral del Partido Popular", que es defender "nuestra democracia y nuestro Estado de bienestar." Además, ha asegurado que la labor "está ya avanzada para desterrar la precariedad y temporalidad".
Díaz ha abordado esta cuestión durante su intervención en el Congreso de Comisiones Obreras (CCOO), que ha tenido aires de mitin electoral. Sus palabras han sido recibidas con aplausos y gritos de “Sí se puede, sí se puede” de los sindicalistas presentes, que en varias ocasiones también han ovacionado: "Presidenta, presidenta".
"Sí vamos a derogar la reforma laboral. Este es el mensaje que queremos mandar a pesar de todas las resistencias que hay y que son muchas". Y ha añadido: "A pesar de todas aquellas personas que jamás han querido derogarla y alterar el modelo de relaciones de precariedad que ha impuesto la derecha en nuestro país".
El enfrentamiento ha surgido después de que Nadia Calviño, vicepresidenta primera y económica del Gobierno, considerara que las negociaciones que hasta ahora ha liderado el Ministerio de Trabajo con patronal y sindicatos para la reforma laboral eran "preliminares". Es decir, que las labores reales de negociación no se habían afrontado aún.
Coordinación
Sin embargo, la gota que colmó el vaso fue el envío de un mail, el mismo jueves, en el que el Ministerio de Economía recordaba su función de coordinar las políticas económicas y, por tanto, la reforma laboral.
Esto ha desembocado en la reclamación por parte de Ione Belarra, ministra de Asuntos Sociales, de que se reuniera la Comisión del Pacto de Gobierno. A esto se ha sumado, este viernes, que Podemos ha decidido querellarse con Meritxell Batet, presidenta del Congreso, por su decisión de dejar sin escaño a Alberto Rodríguez.
El conflicto dentro del Gobierno de coalición entre la parte socialista y la parte 'morada' ha cambiado incluso los patrones de conducta de Yolanda Díaz. La vicepresidenta segunda, siempre atenta con la prensa, ha evitado hacer declaraciones a los numerosos medios que la esperaban en el Congreso de CCOO, en el que ha participado. "Es el día de Unai Sordo, es el día de CCOO", ha excusado.
Esto sucede después de que Pedro Sánchez haya respaldado a Calviño en Bruselas tras asistir al Consejo Europeo. El presidente del Gobierno se alineaba con la vicepresidenta económica y le negaba a Yolanda Díaz un papel preeminente en la coordinación de la negociación sobre la reforma laboral. Al tiempo que se comprometía a implementar esa reforma antes de final de año, aunque refiriéndose a ella de manera algo eufemística, hablando de "actualizar las normas laborales en nuestro país".
Desconcierto
Esto ha desconcertado también en el Ministerio de Trabajo. Solo hace unos días, e incluso durante el Congreso del CCOO, el presidente del Gobierno había insistido en la derogación de la reforma laboral que Partido Popular aplicara en 2012.
Desde el Ministerio de Trabajo aseguran que la coordinación corresponde a Díaz y que así ha sido desde principio de año y desde que empezó el diálogo social. Sin perjuicio, precisan, de que siempre hayan informado tanto a Moncloa como a Economía de la marcha de las negociaciones. También, afirman, cuando la titular de Trabajo se ha reunido con miembros de las instituciones europeas.
En medio de esta batalla casi sin precedentes en el seno de la coalición, el lunes llega a Madrid el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, quien obviamente preguntará sobre los avances en esa reforma laboral.
Con todo, Yolanda Díaz descarta que estas tensiones puedan conducir a una ruptura del Gobierno de coalición. "Mi compromiso con el nuevo país que avanza, con la mayoría parlamentaria progresista y con el Gobierno de coalición es total", ha concluido.
Durante la clausura del Congreso de CCOO, Unai Sordo ha sido reelegido secretario general del sindicato, con el 93% de los apoyos. En su discurso, ha llamado a "reconstruir contrato social del siglo XXI" y "recuperar trabajo decente y realizarnos como personas".
En este sentido ha mandado un mensaje de alerta a los grupos progresistas del Congreso de los Diputados: "Cuidado con las repeticiones electorales y cuidado con las irrupciones de la extrema derecha por hacer el tonto".
Además, ha alertado de "movilizaciones" por parte de los sindicatos si se bloquean los procesos de reforma que hay en marcha, como la citada reforma laboral o la de las pensiones.