Solo unos días después de que el Ministerio de Trabajo y Economía Social confirmara que este mes de junio retomaría el debate de subir el salario mínimo interprofesional (SMI) por encima de los 950 euros en 2021, el Banco de España ha dado a conocer un informe sobre los efectos que tuvo en el mercado laboral la subida del 22% de 2019. Concretamente, se habría traducido en una pérdida del empleo asalariado total de entre 0,6 y 1,1 puntos porcentuales. Es decir, que según los asalariados que había a finales de 2019, se perdieron entre 100.000 y hasta 184.800 empleos

El Banco de España hace este cálculo a partir del impacto que tuvo la subida dicha subida del SMI en los colectivos afectados, es decir, los que cobraban dicho salario mínimo en 2018 y cuyo crecimiento del empleo se desaceleró más que la media del mercado laboral en 2019.

Según los cálculos del órgano regulador, "desde el supuesto de que el incremento de SMI no provocó un cambio en los puestos de trabajo con salarios mayores a los 1.250 euros", el incremento del 22% de salario mínimo "habría reducido el empleo neto de los afectados entre 6 puntos porcentuales y 11 puntos porcentuales a final de año".

Elasticidad

Este impacto equivaldría a una elasticidad del empleo de los afectados entre –0,3 y -0,526. "Como los afectados por el SMI representaban aproximadamente el 10% del total del empleo en diciembre de 2018, el incremento del 22% del SMI habría supuesto entre 0,6 y 1,1 puntos porcentuales de menor empleo, lo que equivaldría a una elasticidad del empleo total entre –0,03 y –0,0527", indica el Banco de España. 

La institución gobernada por Pablo Hernández de Cos explica en su análisis que estos efectos negativos serían más profundos en los trabajadores más jóvenes y los colectivos de edad entre 46 y 60 años. Además la evolución negativa del empleo fue especialmente intensa en el régimen especial agrario, que pasó de mostrar un avance interanual del 1,2% en diciembre de 2018 a un descenso del 4,2% a finales de 2019.

Esta evolución (de forma menos acusada) también se observa en el régimen especial de empleados del hogar, que varió de un crecimiento de afiliaciones del 1,1% en su tasa de variación de la afiliación, hasta revelar una caída interanual del 3,4% en diciembre de 2019.

El informe del Banco de España apunta que la reducción del empleo vendría por dos canales distintos. Por un lado, "podría ser que los trabajadores con menor salario perdieran el trabajo con mayor probabilidad a lo habitual tras la subida del SMI". Por el otro, "la creación de empleo a esos niveles salariales se podría haber visto reducida sin haber sido compensada con nuevos puestos de trabajo a salarios algo superiores".

Además, el análisis estima que los jóvenes que trabajaban a tiempo completo durante 30 días podrían haber sufrido una caída de sus horas trabajadas tras la subida. Y "para aquellos parados que, con anterioridad a la subida de 2019, habían tenido un empleo cobrando el SMI se estima una reducción de la probabilidad de obtener un empleo".