El BCE no da por controlada la inflación y los inversores ya sólo esperan recortes en septiembre y diciembre
La institución debe vigilar la evolución de los salarios en la eurozona y lo que haga la Fed en Estados Unidos.
7 junio, 2024 02:20Fue una decisión telegrafiada. El Banco Central Europeo (BCE) bajó los tipos de interés este jueves. A pesar de ello, la institución presidida por Christine Lagarde no ha dado por controlada la inflación: evitó dar cualquier guía sobre sus movimientos futuros y elevó sus previsiones sobre el crecimiento de los precios en 2024 y 2025.
El mensaje ha parecido calar en el mercado, que sólo anticipa, y con alguna duda, dos descensos más antes de que termine el año. Si se cumplen las previsiones, las próximas bajadas tendrán lugar en septiembre y en diciembre.
El Consejo de Gobierno del BCE consideró "apropiado moderar ahora el grado de restricción de la política monetaria tras nueve meses en los que los tipos de interés se han mantenido sin variación" y en los que la inflación se ha reducido casi sin sobresaltos.
A pesar del susto de mayo -cuando se incrementó al 2,6%- lo cierto es que la escalada de los precios se ha suavizado ocho puntos desde los máximos históricos que alcanzó en noviembre de 2022. Entonces, la tasa general llegó al 10,6%.
"Los recientes datos del IPC de España y Alemania, indican que el banco central no debería tener problemas en efectuar un recorte. Además, el crecimiento en países clave de la Unión Europea, como Francia y Alemania, está contenido", señalaba Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad, antes de conocerse la decisión del BCE.
Otra de las razones, "y más importante", que señala Del Pozo para que el BCE haya llevado a cabo la bajada, es que la institución ya la había anunciado, "de manera que perdería credibilidad" de no haberla materializado.
Sin embargo, el también supervisor bancario no ha dado por ganada la batalla contra la inflación. Así lo demuestra la revisión al alza de sus previsiones. Los responsables de política monetaria esperan que la tasa general de la eurozona se sitúe, de media, en el 2,5% en 2024; en el 2,2% en 2025, y en el 1,9% en 2026. Es decir, han elevado en dos décimas su estimación tanto para este año como para el siguiente.
Sin compromiso
Con este panorama, y a la vista de que el camino a seguir estará "lleno de baches", Lagarde no despejó ninguna duda sobre los siguientes pasos del BCE. "No nos estamos comprometiendo previamente con una trayectoria de tipos particular", subrayó durante la rueda de prensa celebrada tras la cita.
De hecho, en el seno del guardián del euro no ha habido unanimidad ni siquiera para ejecutar la bajada de tipos de este jueves. Según Lagarde, un miembro del Consejo de Gobierno se opuso a la medida. Se trata, tal y como publicó Reuters, de Robert Holzmann. El gobernador del Banco de Austria habría optado por no tocar las tasas de referencia, precisamente por la revisión al alza de las proyecciones de inflación.
Para los analistas de Ostrum AM, la discrepancia del austriaco "implica que el compromiso previo a un recorte puede haber estado motivado en gran medida por razones políticas". En la firma también destacan que "Lagarde tuvo dificultades para justificar una bajada de tipos en un momento en que las subidas salariales siguen siendo incómodamente altas".
Desde este punto de partida, y a pesar de que el BCE volvió a reiterar su dependencia de los datos económicos, parece difícil que la institución vuelva a bajar el precio del dinero en la reunión que mantendrá en julio.
Las posibilidades que el mercado da a que tenga lugar una bajada de tipos entonces son sólo del 16%. Asimismo, según los datos de LSEG, el recorte total esperado en 2024 se ha reducido tras la reunión, de forma que los inversores ahora anticipan un descenso de algo más de 36 puntos básicos.
Si se toma como referencia el movimiento más usado por los bancos centrales -25 puntos básicos- la cifra implica que el mercado duda incluso de que el BCE rebaje las tasas de referencia dos veces más en 2024.
Septiembre y diciembre
Economistas, analistas y gestores sí tienen bastante claro que la institución recortará en dos ocasiones más los tipos de interés antes de que termine el año y que las bajadas tendrán lugar en septiembre y diciembre.
"Esos meses son en los que el máximo organismo monetario europeo realiza la revisión de sus estimaciones de crecimiento e inflación", subrayan desde Creand Asset Management.
Si se cumple este pronóstico no habrá bajada de tipos el 18 de julio, pero sí el 12 de septiembre. De la misma forma, el BCE no moverá ficha el 17 de octubre, pero sí modificará las tasas el 12 de diciembre.
Una de las gestoras que apuestan por este escenario es Pimco. Sin embargo, sus analistas advierten de que "los riesgos se inclinan a favor de menos recortes". En este sentido, las claves para muchos expertos son el crecimiento de los salarios y la política monetaria de la Reserva Federal (Fed).
De los salarios a la Fed
"Aunque los salarios son un indicador muy rezagado de la inflación, algunos miembros del Consejo querrán ver avances significativos antes de respaldar otro ajuste de los tipos. A otros les gustaría que la Fed se uniera a la senda de normalización antes de aventurarse demasiado lejos", señalan desde Columbia Threadneedle.
Atendiendo a los últimos datos disponibles, los del primer trimestre del año, las subidas salariales en la zona euro siguen acelerándose. El incremento de los salarios negociados alcanzó el 4,69%, un repunte superior al 4,45% registrado a cierre de 2023. Con todo, desde el propio BCE, que elabora esta estadística, confían en que la tendencia se modere.
Lo que no converge, al menos por ahora, son las previsiones sobre la senda de los tipos a uno y otro lado del Atlántico. Si el mercado espera que el BCE reduzca tres veces en total el precio del dinero en 2024, también anticipa que la Fed lo hará en sólo dos ocasiones.
"Si en lugar de dos recortes (ya descontados) la previsión se moviera hacia un solo recorte (o ninguno) por parte de la Fed, el BCE tendría que reconsiderar sus planes", advierte Francisco Quintana, director de Estrategia e Inversión de ING.
Por ello, el BCE "tiene que ir con mucho cuidado", porque "no puede ir mucho más rápido" que su homólogo estadounidense, "salvo que los datos de inflación realmente lo justifiquen", apunta Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep.
Si la institución europea "baja demasiado los tipos de interés, el dinero se pagaría mejor en Estados Unidos y eso haría que bajara el euro, lo cual a su vez es inflacionista", subraya Alvargonzález.
Para Wolfgang Bauer, gestor de renta fija en M&G Investments, “la política monetaria no debería ser una lucha por quién baja antes los tipos, si el BCE o la Fed, sino simplemente si es la correcta en este momento”. En cualquier caso, no cree que el banco central estadounidense inicie los recortes antes de diciembre.