Bruselas

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha anunciado este jueves que seguirá subiendo los tipos de interés porque la inflación es demasiado alta y la subyacente todavía no da signos claros de haber tocado techo, con un incremento de las tensiones salariales.

Al mismo tiempo, Lagarde ha señalado que los incrementos serán más moderados (siguiendo el ritmo de 0,25 puntos iniciado en mayo) porque el final del endurecimiento de la política monetaria está cerca.

"A día de hoy, la inflación es demasiado alta y está previsto que continúe así durante demasiado tiempo. Nosotros estamos determinados a reducirla a nuestro objetivo del 2% a medio plazo en el tiempo debido. Por eso hemos subido los tipos más rápido que nunca y hemos dejado claro que todavía nos queda camino por recorrer para llevarlos a niveles suficientemente restrictivos", ha señalado la presidenta en un discurso en Fráncfort.

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"Debemos continuar con nuestro ciclo de alzas hasta que estemos lo suficientemente seguros de que la inflación va por buen camino para bajar a nuestro objetivo en el plazo debido. Al mismo tiempo, debemos evaluar cuidadosamente la potencia de transmisión de la política monetaria a las condiciones financieras, la economía y la inflación", señala Lagarde.

Para explicar la evolución de tipos que espera en los próximos meses, la presidenta del BCE ha utilizado como símil el viaje de un avión. "Al principio, el avión necesita ascender abruptamente y acelerar rápido. Pero a medida que se acerca a su objetivo de altitud, puede reducir la aceleración y conservar la velocidad que lleva. El avión necesita subir lo suficientemente alto para llegar a su destino, pero no tanto como para excederlo", ha relatado.

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"De manera similar, cuando comenzamos a subir los tipos desde el territorio negativo, en todos los escenarios teníamos un fuerte ascenso por delante, por lo que tenía sentido que nos moviéramos rápidamente. Ahora, nos estamos acercando a nuestra altitud de crucero, y eso significa que debemos ascender más gradualmente, utilizando la velocidad que ya hemos acumulado", sostiene la presidenta Lagarde.

"Esta analogía ayuda a explicar por qué, en nuestra última reunión en mayo, volvimos a subir los tipos de interés de interés, dejando en claro que aún no habíamos llegado a ese punto. Pero también redujimos el ritmo a un incremento más estándar de 25 puntos básicos", ha señalado.

"¿Cuánto más alto tenemos que ir?". Esta es la pregunta que se ha hecho la presidenta del BCE y que ha dejado sin responder. Se ha limitado a señalar que los factores determinantes serán tres: las perspectivas de inflación, la evolución de la inflación subyacente y la fortaleza de la transmisión de la política monetaria a la hora de enfriar la economía real.