El riesgo de que la economía de la eurozona entre en recesión se ha incrementado, a pesar de que los datos del tercer trimestre han superado las expectativas. Así lo ha señalado este viernes la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, quien ha subrayado que la contracción de la actividad no parece suficiente para devolver la inflación al 2%, el objetivo fijado por la institución.
Por eso, ha insistido, tendrá que subir más los tipos para impedir que la elevada inflación "se arraigue". "Aunque los datos recientes del crecimiento del PIB han sorprendido al alza, ha aumentado el riesgo de recesión", ha advertido la banquera central de la eurozona en un acto celebrado en Estonia.
Asimismo, ha admitido que el deterioro de la actividad económica "podría verse acentuado por el endurecimiento simultáneo de la política monetaria a nivel mundial".
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Sin embargo, y tal y como recoge Europa Press, la presidenta del BCE ha reiterado que no se debe esperar que la desaceleración del crecimiento afecte significativamente a la inflación, al menos a corto plazo.
De este modo, Lagarde ha subrayado que los bancos centrales "tienen que confiar en su brújula interna" -la lealtad a su mandato- para garantizar la estabilidad de precios, además de tener que estar preparados para adoptar las decisiones necesarias, por difíciles que sean, para reducir la inflación.
En su opinión, las consecuencias de permitir que una inflación demasiado alta se consolide serían mucho peores para todos. "No debemos permitir, y no permitiremos, que la inflación alta se arraigue", ha asegurado la francesa.
En este sentido, ha defendido que, a pesar de que la inflación se ve estimulada por diferentes perturbaciones de diversa naturaleza, será la política monetaria la que determinará si estas perturbaciones se traducen en una inflación duradera.
Recesión técnica
"Tendremos que subir los tipos de interés hasta niveles que permitan que la inflación vuelva a nuestro objetivo del 2% a medio plazo. Aún nos queda camino por recorrer", ha subrayado.
Mientras que la presidenta del BCE ha hecho estas declaraciones en Letonia, en Madrid, su vicepresidente, Luis de Guindos, ha destacado que espera un crecimiento económico "muy bajo" en la zona euro en los próximos trimestres, que incluso pudiera llevar a una recesión técnica.
"No descarto la posibilidad de tener una recesión técnica" en la Eurozona, con el cuarto trimestre de este año y el primero de 2023 en negativo, ha admitido De Guindos durante su participación en la jornada "Transición energética, impacto en la economía y mercado laboral" organizada por IESE.
Este bajo crecimiento coincidiría en el tiempo con una "inflación muy alta", que sería, además, uno de los factores que explicarían la debilidad económica, ha añadido De Guindos.
Ante esta situación, según recoge la agencia Efe, De Guindos ha subrayado que el BCE está "completamente comprometido" con el control de la inflación, no solo porque sea su mandato, sino también porque "la política monetaria va de credibilidad", y si esta se pierde se produciría un desanclaje de las expectativas de inflación y efectos de segunda ronda.