Tal y como se esperaba, el Banco de Inglaterra ha elevado los tipos de interés 75 puntos básicos, para llevarlos hasta el 3%, niveles no vistos desde finales de 2008. Se ha tratado de la mayor subida del precio del dinero ejecutada por la institución británica desde 1989.

Este ha sido el octavo incremento consecutivo de las tasas de referencia llevado a cabo por la institución británica. El primero tuvo lugar en diciembre de 2021 y fue de 15 puntos básicos. Entre febrero y junio los movimientos fueron de un cuarto de punto mientras que en las citas de agosto y septiembre las alzas fueron de medio punto porcentual.

Ahora la institución británica ha vuelto a acelerar el ritmo de subidas de tipos. Y lo ha hecho después de que a finales de septiembre tuviera que intervenir de urgencia en el mercado de deuda para atajar la caída del precio de los bonos británicos y el consiguiente incremento de la rentabilidad.

75 puntos

Las turbulencias -incluido el desplome de la libra hasta mínimos históricos frente al dólar- estuvieron provocadas por el programa de rebajas de impuestos anunciado por el anterior Gobierno de Reino Unido.

El Banco de Inglaterra sigue así los pasos dados tanto por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) como el Banco Central Europeo (BCE). El banco central estadounidense decidió el miércoles aprobar por unanimidad una cuarta subida consecutiva de los tipos de interés del país de 75 puntos básicos, hasta situarlos en un rango objetivo de entre el 3,75% y el 4%.

La semana pasada fue el Consejo de Gobierno del BCE el que decidió elevar los tipos de interés en 75 puntos básicos, situando el tipo de interés para sus operaciones de refinanciación en el 2%, su nivel más alto desde enero de 2009.

Esta subida de tipos acometida por 'la vieja dama de Threadneedle Street' se ha producido antes de que el nuevo Ejecutivo del país presente sus planes fiscales el próximo 17 de noviembre.

Más subidas

La decisión ha sido tomada por mayoría, pero no por unanimidad. Siete de los nueve miembros de su Comité de Política Monetaria (MPC) votaron a favor de un alza de tres cuartos de puntos; mientras que un miembro optó por un aumento de 50 puntos básicos y otro de ellos por una subida de 25.

De la misma manera que antes lo han hecho el BCE y la Fed, el Banco de Inglaterra ha asegurado que su principal objetivo “en todo momento” es la lucha contra la inflación, lo que “refleja la primacía de la estabilidad de precios en el marco de la política monetaria de Reino Unido”, tal y como recoge el comunicado posterior a la cita.

En este sentido, la mayoría del Comité ha considerado que “se podrían requerir aumentos adicionales” de los tipos, posiblemente hasta el 5,2%, para conseguir doblegar la inflación al 2%. Sin embargo, los miembros han apuntado que la tasa máxima podría estar por debajo de lo anticipado hasta ahora por los mercados.

Además de elevar el precio del dinero, el Banco de Inglaterra ha actualizado sus previsiones económicas.

Previsiones

Ahora espera que el producto interior bruto (PIB) de Reino Unido se contraiga un 0,75% en el segundo semestre de 2022. La caída de la economía británica, explica la institución, se deberá a la reducción de los ingresos reales, provocado por el aumento de los precios de la energía en todo el mundo.

Sin embargo, anticipa que la caída de la actividad será menos marcada de lo pronosticado en agosto, gracias a la denominada 'Garantía de Precios de la Energía', el paquete de medidas aprobado por el anterior Gobierno británico para intentar paliar el efecto de los costes energéticos en el bolsillo de los ciudadanos.

De la misma forma, el Banco de Inglaterra espera que la tasa interanual de inflación llegue al 11% en el cuarto trimestre, por debajo de lo esperado en agosto, también gracias a la ‘garantía de los precios de la energía’.

La institución presidida por Andrew Bailey considera que el índice de precios al consumo (IPC) comenzará a moderarse a principios del próximo año debido a que, en comparación anual, los efectos de la escalada de los precios de la energía comenzarán a desaparecer.

En cualquier caso, sus miembros apuntan a que las presiones inflacionistas se mantendrán fuertes en los próximos trimestres y luego disminuirán. Así, creen que el IPC no caerá por debajo del objetivo del 2% hasta dentro de dos años. En tres ejercicios debería descender incluso por debajo de dicha meta.

La tasa de inflación interanual de Reino Unido se situó el pasado mes de septiembre en el 10,1%, dos décimas más que en agosto, volviendo así al nivel máximo que se había observado también en julio y que representa el mayor incremento de los precios desde 1982