El Banco de Inglaterra (BoE) ha seguido el guion previsto y, tras la Reserva Federal de Estados Unidos, ha subido los tipos. En concreto, el alza aprobada ha sido de un cuarto de punto hasta situarlos en el 1%. Es la cuarta subida consecutiva y se sitúa en el nivel más alto de los últimos 13 años.
Con esta medida el regulador británico espera controlar la subida de precios que vive el país. Con una inflación del 7%, los precios energéticos subiendo y el recrudecimiento de la guerra de Rusia frente a Ucrania, todo hace pensar que es muy probable que en los próximos meses se vean tasa de IPC superiores al 10%. Es decir, cinco veces más de lo previsto.
Según el comunicado emitido minutos después de la reunión, el BoE estima que los precios alcancen el pico este año y que cierren en el entorno del 9%. No será hasta dentro de dos años cuando se consiga llegar a un cifra cercana al 2%, que es su objetivo de precios.
"Se supone que los precios mundiales de las materias primas no aumentarán más en la proyección central, los fallos en las cadenas de suministro mundiales desaparecerán con el tiempo y el debilitamiento del crecimiento de la demanda y la acumulación de un exceso de oferta harán que disminuyan las presiones inflacionarias internas", dice el comunicado.
Las votaciones a favor de la subida han sido claras. 6 votos a favor por 3 en contra, aunque los que han votado en negativo lo que solicitaban era ser todavía más agresivos y elevar los tipos medio punto hasta el 1,25%.
El mercado daba por descontada la subida. El FTSE 100 de Londres esperaba la decisión con subidas del 1,13% en los 7.578 puntos impulsado, en buena medida, por el buen tono que impera en los mercados globales en las últimas horas.
Además de aumentar los tipos de interés, el Banco de Inglaterra podría abrir la puerta a vender parte de la cartera de bonos del gobierno de Reino Unido. Compuesta por más de 875.000 millones de libras esterlinas, se fue acumulando a través de su programa de expansión cuantitativa desde la crisis financiera de 2008.
Con esta decisión el Banco de Inglaterra se suma a la Reserva Federal que en su reunión de mayo ha decidido subir los tipos hasta el 1%. Su presidente, Jerome Powell, ya anunciaba que el mes que viene podríamos ver otro alza de medio punto para llevar antes del verano los tipos de interés a un entorno cercano al 2%.