El Banco de Inglaterra ha decidido por unanimidad de los miembros de su Comité de Política Monetaria de mantener el tipo de interés de referencia en el mínimo histórico del 0,1%. Además, se ha optado también por mantener el volumen de sus programas de compra en 895.000 millones de libras.
En este sentido, el economista jefe del Banco de Inglaterra, Andrew Haldane, quien ha participado de su última reunión como miembro del Comité, ha sido el único voto en contra de mantener el actual volumen de los estímulos. En su lugar, el miembro saliente se ha mostrado partidario de reducir las compras a 825.000 millones de libras a consecuencia de la recuperación económica y el auge de la inflación.
En su análisis, el banco central de Reino Unido ha constatado que la evolución del crecimiento del PIB mundial ha sido algo más fuerte de lo previsto en mayo, especialmente entre las economías avanzadas. Asimismo, que las presiones sobre los precios se han acelerado aún más, lo que refleja una fuerte demanda de bienes, el aumento de los precios de las materias primas, las limitaciones de la oferta y los cuellos de botella.
Inflación de corto plazo
No obstante, la institución ha destacado que, las expectativas de inflación sugieren que los mercados confían en que la fortaleza de la inflación a corto plazo "sea transitoria".
De este modo, la institución ha revisado 1,5 puntos porcentuales al alza sus expectativas para el PIB del Reino Unido en el segundo trimestre de 2021 respecto del informe de mayo, ya que las restricciones a la actividad económica se han suavizado. De este modo, ahora espera que la producción en junio sea solo un 2,5% inferior a la anterior al Covid.
"Esta recuperación de la actividad ha sido más pronunciada en los servicios orientados al consumidor, cuyas restricciones se relajaron en abril", ha señalado la institución, advirtiendo de el mercado de la vivienda se mantiene fuerte y los indicadores de confianza del consumidor han aumentado.
En cuanto a los precios, el Comité ha recordado que la inflación aumentó del 1,5% en abril al 2,1% en mayo, por encima del objetivo del 2%. Mientras, la tasa subyacente del IPC también subió desde el 1,3% al 2%, debido que las crecientes presiones sobre los costes de los insumos se han trasladado cada vez más a los precios de producción manufacturera y a los precios de importación de productos distintos del petróleo.
De este modo, el Banco de Inglaterra anticipa que la inflación continuará subiendo por encima del objetivo, debido principalmente a la evolución de los precios de la energía y otras materias primas, "y es probable que supere el 3% durante un período temporal".
"De manera más general, la expectativa central del Comité es que la economía experimente un periodo temporal de fuerte crecimiento del PIB e inflación por encima del objetivo, después del cual el crecimiento y la inflación retrocederán", ha apuntado el BoE, para el que existe el riesgo de que la presión alcista a corto plazo sobre los precios resulte algo mayor de lo esperado, aunque considera que "las expectativas de inflación del Reino Unido siguen estando bien ancladas".