La Comisión Europea ha aprobado este jueves el primer proyecto de ley para regular las criptomonedas a escala de la UE. El objetivo de la norma es impulsar la innovación y al mismo tiempo preservar la estabilidad financiera y proteger a los inversores de los riesgos.
El reglamento prevé condiciones más rigurosas para las denominadas "monedas estables" de alcance mundial, como Libra, el proyecto de moneda virtual desarrollado por Facebook con el objetivo de lograr transferencias más baratas y rápidas. Un proyecto que está ahora mismo parado precisamente por las dudas que genera en los reguladores de todo el mundo.
"Hay reglas especiales para las monedas estables, como la Libra de Facebook. Éstas estarán sujetas a requisitos más estrictos", ha explicado el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, en rueda de prensa.
"Eso se debe a la escala potencialmente enorme que estas monedas estables podrían alcanzar en términos de usuarios, lo que plantea problemas específicos para la estabilidad financiera. Por eso, necesitamos fuertes salvaguardias, también contra el fraude y el blanqueo de capitales", ha señalado.
La propuesta de Bruselas llega después de las grandes potencias de la UE (Alemania, Francia, Italia, España y Holanda) firmaran en el último Ecofin celebrado en septiembre en Berlín una declaración conjunta en la que reclamaban una regulación lo más estricta posible de las criptomonedas que permita prohibir las que no se ajusten a las exigencias europeas.
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, defendió entonces que la UE debe fijar el "estándar mundial" para regular las monedas virtuales basándose en tres prioridades: "la soberanía monetaria, la estabilidad financiera y la protección de las consumidores".
Finalmente, el Ejecutivo comunitario ha descartado la prohibición total de Libra o de cualquier otra criptomoneda con el argumento de que hay que dejar margen para la innovación en el sector.
En su lugar, Bruselas propone un reglamento sobre los mercados de criptoactivos con el fin de aportar claridad y seguridad jurídica a los emisiores y proveedores. Las nuevas normas permitirán a los operadores autorizados en un Estado miembro prestar sus servicios en toda la UE (el denominado pasaporte comunitario).
Las salvaguardias incluyen requisitos de capital, custodia de activos, un procedimiento obligatorio de reclamación a disposición de los inversores y derechos del inversor frente al emisor. Los emisores de monedas estables de nivel mundial estarían sujetos a requisitos más estrictos (por ejemplo, en términos de capital, derechos de los inversores y supervisión).
El proyecto de reglamento todavía debe ser debatido y aprobado tanto por el Ecofin como por la Eurocámara.