José Luis Escrivá y la fachada del Banco de España.

José Luis Escrivá y la fachada del Banco de España. EE

Economía

La posible llegada de Escrivá al BdE divide a su plantilla, que alerta de que el regulador quedaría "en entredicho"

"¿Qué pasaría con los estudios que critican al Gobierno?", se pregunta una trabajadora del regulador.

12 julio, 2024 03:27

Las aguas bajan revueltas por Alcalá 48, sede del Banco de España. La posibilidad de que José Luis Escrivá ocupe el sillón del gobernador durante los próximos seis años inquieta a una parte de la plantilla del regulador. Algunos trabajadores temen que la llegada con un perfil marcadamente político deje "en entredicho" la reputación de una de las instituciones más importantes del país.

Ni las asociaciones profesionales ni los sindicatos del organismo han emitido una opinión colegiada sobre la eventual llegada del actual ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública. El motivo es que su nombre causa cierta división por las filias políticas de unos y otros. Sin embargo, a título propio, algunos sí expresan sus recelos.

Nadie rechaza tajantemente a Escrivá y todos coinciden en señalar su valía como economista. El castellanomanchego inició su trayectoria en el servicio de estudios del Banco de España, fue jefe de la División de Política Monetaria del Banco Central Europeo, primer economista jefe del servicio de estudios del BBVA y primer presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).

El problema, no obstante, viene de sus últimos años como ministro del Gobierno de Pedro Sánchez. Aunque Escrivá accedió a la cartera de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones con un perfil independiente, rápidamente entró en la arena política y ha protagonizado más de una refriega con la oposición o, incluso, con el propio Banco de España. En muchos casos, a costa de su reforma del sistema público de pensiones, que el regulador ha criticado duramente.

De ahí vienen las reticencias de una parte de la plantilla. "Las opiniones del Banco de España dejarían de tener valor, porque ya se sabría que no son imparciales. Serían las opiniones del Gobierno con sello del banco de España", asegura una inspectora del regulador.

Es más, advierte de que podría vetarse a los economistas "de otra línea" e impedir que publicasen artículos críticos con la labor del Gobierno. "¿Qué pasaría cuando un economista escriba un estudio que diga que algo de la economía o que hace el Gobierno está mal? ¿Qué va a decir de la reforma de las pensiones que ha hecho él?", se pregunta esta trabajadora, para quien la reputación del Banco de España quedaría "en entredicho".

Sin embargo, un inspector del regulador en excedencia señala que es posible que, en caso de ser nombrado gobernador, Escrivá "recupere" la objetividad que le caracterizó en un pasado. "La ventaja del gobernador es que es inamovible, mientras que un ministro, no", explica, señalando que la propia naturaleza del cargo blinda la independencia de quien lo ejerce.

El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá.

El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá. Efe

No obstante, critica que Escrivá "ha demostrado un gran sectarismo y un gran cambio de opinión" desde que ocupa un puesto en el Ejecutivo. "Con su comportamiento se ha desprestigiado mucho y pone en duda su objetividad e independencia", continúa este inspector del Banco de España.

Con todo, considera que la reputación del regulador no se vería comprometida. Es más, apunta que, si bien en España no estamos acostumbrados, en otros países es bastante habitual la transición desde un ministerio económico al banco central en cuestión.

En España, apunta, se ha mantenido el puesto más separado de la política, pero fuera de nuestras fronteras "no extraña tanto".

"Al final la independencia se la da la inamovilidad y que él se lo crea. Y él lo tiene todo a su favor", zanja este inspector del Banco de España.

Sin cambios

Los sindicatos señalan que "influye poco" quién ocupa el sillón de gobernador, ya que existe una dinámica laboral y profesional propia. Así, el trabajo del servicio de estudios o el seguimiento del sector financiero funciona de manera "muy automática".

"Es un tipo poliédrico", apuntan, aunque también definen a Escrivá como alguien "intelectualmente soberbio". Pero, en todo caso, señalan su "capacidad contrastada" y que sería "interesante" observar cómo variarían las opiniones del Banco de España en cuanto a la sostenibilidad del sistema público de pensiones.

En cualquier caso, creen que no llegará a ser gobernador si el PP lo veta. Y lo cierto es que los populares ya han mostrado su rechazo a la propuesta. Desde el partido liderado por Alberto Núñez Feijóo descartan apoyar al actual ministro como próximo gobernador del Banco de España por su "compromiso con la regeneración democrática".

Desde el PP afirman que "no habría posibilidad de apoyar el nombramiento de alguien que está sentado en el Consejo de Ministros". Y es que, zanjan, eso iría en contra de la "independencia de las instituciones".

Las negociaciones en este momento se encuentran en un punto de máxima tensión, una vez el Gobierno ha decidido poner sobre la mesa el nombre de José Luis Escrivá. Aunque ya sonó meses atrás, los últimos mensajes lanzados por Carlos Cuerpo apuntaban a un perfil técnico y apartado de las cuotas políticas, algo que, para el PP, no se cumple en la figura del ministro.