En este último punto, la cifra supera los 15.800 millones, frente al total de 66.500 que facturan en todo el país. Pero más allá de los números, dejan algunos ejemplos emblemáticos, como Covap o Dcoop. Son una fuerza propia que aquí se ha arraigado con más intensidad y ya mira de frente a la gran empresa.

¿Por qué? ¿Qué tiene esta comunidad? "Yo lo plantearía de otra manera: qué no tiene Andalucía para que las cooperativas hayamos tenido que arrastrar la masa social y la economía", responde a EL ESPAÑOL-Invertia Juan Rafael Leal, presidente de AndalucíaEScoop.

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AndalucíaEScoop es la entidad representativa de las cooperativas andaluzas. Esta formada fundamentalmente por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, que facturan 10.000 millones de euros y por la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas de Trabajo (Faecta), con un volumen de facturación de unos 4.000 millones de euros.

No obstante, también forman parte de ella la Asociación de Mujeres Empresarias Cooperativistas de Andalucía y la Asociación de Mujeres de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía.

"No había otra cosa"

Lo que no tiene Andalucía para que ellos se hayan hecho fuertes, completa Leal, es suficiente empresa que generase empleo. "Las cooperativas hemos suplido eso, porque llegó un momento en que nos dimos cuenta de que no había otra cosa", explica. 

Consistió en hacer de la necesidad, virtud. "Vimos que el sistema cooperativo era el mejor sistema para arreglar todo eso y bueno, somos líderes en cooperativas y las cooperativas andaluzas son líderes en su sector", continúa. Unidos han visto que sus cuentas mejoran.

Sede Dcoop. Cedida.

El peso ha crecido tanto que algunas de esas cooperativas ya facturan más de 1.000 millones. Es el caso de Dcoop -que figuró incluso en las quinielas de candidatos a comprar el gigante del aceite Deoleo- o Covap. Hasta 26 de las 100 empresas más exportadoras de Andalucía son cooperativas.

"De tú a tú" con la gran empresa

"Lo que está claro es que estamos en igualdad de condiciones, incluso mejor, que la gran empresa. Les podemos mirar de tú a tú", apunta.

En algo que demostraron hace casi un año a Lactalis. La francesa estaba con conflicto con la cooperativa ganadera andaluza Alba por los precios ofrecidos de cara a nuevos contratos en mayo del año pasado: 0,5 euros por litro.

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Era una bajada del 15% que afectaba a unos 150 ganaderos, la mayoría de ellos de Alba, cooperativa compuesta por 80 socios. Muchos prefirieron tirar la leche durante días, llegándose a producir pérdidas que desde COAG estimaron en cerca de 400.000 litros diarios.

Hasta que diez días más tarde Covap cerró un acuerdo con los ganaderos para comprarles la leche. El resultado fue que la cooperativa cordobesa se consolidó como rey indiscutible de la leche en la comunidad al pasar a gestionar ya el 90% del total de lo que se produce en Andalucía.

El movimiento no fue solo económico. Que una cooperativa ayudase a otra es un gesto también de camaradería personal que hacen que estas fórmulas gocen también de elevada simpatía en la comunidad, donde el sector primario es uno de los pilares de la economía y justamente donde las cooperativas son más fuertes.

"El 60% de la cesta de la compra en Andalucía viene, de sobra, de cooperativas", apunta.

Con estos mimbres, y mientras no se eleven en el horizonte grandes empresas que ocupen una posición dominante, Leal considera que el futuro pasa por profundizar en esa unión para que haya menos cooperativas, pero más fuertes. "No se trata de que haya muchas cooperativas, sino de que lo hagamos bien", sostiene.

"Lo que hay que hacer es dejarse de ser cabeza de ratón y ponernos a sumar todos. Y si hay que ser cola de león pues nos pondremos a sumar todos", resume.