La actividad del sector privado de la zona euro contuvo ligeramente su descenso durante el mes de septiembre, pero aún se mantuvo en el terreno de la contracción por el sector manufacturero, según revelan los datos adelantados del índice de gestores de compra (PMI) de S&P Global.
En concreto, la estimación preliminar del PMI compuesto de la zona euro se ha situado en septiembre en 47,1 puntos, frente a los 46,7 del mes anterior, que entonces fue su peor resultado en 33 meses. Después, el sector manufacturero registró una lectura del PMI de 43,4 puntos, idéntica cifra que la de agosto, y el PMI de servicios fue de 48,4 puntos desde los 47,9 del mes anterior. Este último dato fue el peor en 30 meses.
Según ha afirmado la agencia de calificación, un factor fundamental detrás de la reducción de la actividad total ha sido un nuevo deterioro de la demanda del consumidor, que se refleja en el cuarto declive mensual consecutivo de nuevos pedidos. Es más, S&P ha subrayado que la caída de septiembre fue "marcada" y la más pronunciada desde noviembre de 2020.
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Los nuevos pedidos del sector industrial volvieron a contraerse "rápidamente", pero la aceleración del retroceso se centró en el sector servicios, cuya caída ha sido la más intensa desde la pandemia y la más grande desde mayo de 2013 si se excluye el periodo pandémico. Por su parte, los nuevos pedidos de exportación se redujeron "aún más rápidamente" que el total de nuevos pedidos en el noveno mes del año.
De esta forma, las empresas se han concentrado en los pedidos pendientes de entrega para mantener los niveles de actividad, lo que ha derivado en que estos se reduzcan de nuevo "intensamente" en septiembre.
Debilidad de la demanda
S&P Global ha explicado en el informe que, pese a que las firmas siguieron aumentando sus plantillas en septiembre, la tasa de creación de empleo fue solo "marginal" debido al "evidente exceso de capacidad" fruto de un "desvanecimiento de la demanda" y a las perspectivas más pesimistas desde noviembre de 2022. El ritmo de contratación ha sido el segundo más lento dentro de la trayectoria actual de 32 meses de crecimiento.
A pesar de la debilidad de la demanda, los costes siguieron aumentando "con intensidad", y, de hecho, la tasa de inflación se aceleró frente a la observada en agosto. En este sentido, los precios de venta también aumentaron, aunque a su menor ritmo en más de dos años y medio debido al escaso poder de fijación de precios.
Por países, tanto Alemania como Francia han sido los "principales responsables de la desaceleración general de la actividad total", con un particular protagonismo del país galo. En cuanto al resto de la eurozona, la actividad se mantuvo "prácticamente estable".
"Las cifras del PMI del sector servicios de la zona euro pintan un panorama sombrío, pero no todo es negativo", ha señalado Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, que ha apuntado a que, aunque se haya reducido la actividad total, "las empresas están contratando personal en septiembre a un ritmo algo más rápido que en agosto". Según De la Rubia, esto es muestra de la "resiliencia y optimismo frente a la reducción de la demanda".
Sin embargo, la estimación en tiempo real, sugiere una contracción del PIB del 0,4% en comparación con el segundo trimestre.