Pedro Sánchez se reunirá con Xi Jinping en Pekín con el objetivo de abordar posibles planes de paz para la guerra en Ucrania. La cita, que se celebrará en los últimos días de marzo, será una cumbre bilateral que surge por iniciativa de China. La casualidad ha querido que el encuentro coincida con el 50º aniversario de las relaciones diplomáticas de España con el gigante oriental, que en el campo económico pasan por un momento dulce, con intercambios comerciales en cifras de récord. 

China y España establecieron relaciones diplomáticas en 1973, cumpliéndose este año medio siglo. La última visita de un presidente del Gobierno español a China, en viaje oficial, fue la de Mariano Rajoy en 2017. 

Más reciente fue la última visita de Xi Jinping a España. El presidente de China visitó nuestro país en noviembre de 2018. Por entonces se celebró una cumbre de la que salieron numerosos acuerdos comerciales, que han facilitado desde entonces la exportación de múltiples productos españoles (como determinados derivados del cerdo), y fiscales (como los tratados de doble imposición). 

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Xi invitó a Sánchez una participación más activa en la nueva ruta de la seda china. Sin embargo, el mandatario español declinó la invitación en favor de un proyecto similar que ya tiene en marcha la Comisión Europea. Sin embargo, tendió la mano a Pekín para colaborar en el desarrollo comercial de su proyecto. 

En 2021, según datos de la Embajada de China en España, el volumen del comercio bilateral entre los dos países por vez primera superó los 50.000 millones de dólares y el pasado año se alcanzó un nuevo récord, superando los 51.500 millones. Una evolución notable, teniendo en cuenta que la cifra del comercio entre los dos países era de 12 millones de dólares.

En la actualidad, según los mismos datos, China es el mayor socio comercial de España fuera de la Unión Europea, y España es el quinto socio comercial de China dentro de la UE. Más de 200.000 chinos viven en las principales ciudades españolas.

China desbancará próximamente a Estados Unidos como primera potencia económica mundial, según coinciden todo tipo de organismos internacionales, públicos y privados. La cuestión únicamente en la que no se ponen del todo de acuerdo unos y otros es si el sorpasso ocurrirá durante esta década o la siguiente.

Impacto chino

El Fondo Monetario Internacional estimó el pasado mes de enero que India y China contribuirán este año a la mitad del crecimiento mundial, frente al 10% con el que contribuirán conjuntamente Estados Unidos y la zona euro. La crisis del Covid frenó la actividad económica china en 2021, pero el FMI prevé que el crecimiento de la economía del país repunte este año al 5,2%.

El Centro de Investigación Económica y Empresarial, con sede en Londres, pronosticó a finales de 2020 que China superaría a Estados Unidos como la mayor economía del mundo en 2028, antes de lo que había previsto anteriormente el centro de estudios británico.

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El banco estadounidense Goldman Sachs estima que China se convertirá en la primera potencia económica del mundo en el año 2035, mientras que el Centro Económico de Investigación de Japón calcula que eso mismo ocurrirá en 2033.

De acuerdo a datos ofrecidos por el ICEX, el PIB de China superó en 2020 los 14 billones de dólares. El país, con 1.400 millones de habitantes, exporta principalmente máquinas y aparatos mecánicos, muebles, plásticos, aparatos médicos y automóviles. E importa aparatos mecánicos, combustibles y minerales.

Únicamente perturbaciones provocadas por nuevas pandemias, por un recrudecimiento de la invasión de Ucrania por parte de Rusia y sus consecuencias o por una posible crisis inmobiliaria retrasarían la llegada al podio de China como primera gran potencia mundial.