El Banco de España va a despedir el año con una visión algo más optimista del presente económico de lo que apuntó en su último informe trimestral, pero más pesimista para el largo plazo. La institución ha recortado otra décima el PIB para 2023, hasta el 1,3%, y ha restado otras dos décimas al crecimiento esperado para 2024, hasta el 2,7%. Mientras, ha prolongado el escenario de inflación alta hasta 2024, con una tasa media anual del 3,6% todavía en ese ejercicio.
En el Boletín Trimestral de la economía española publicado este martes, el BdE sí mejora tímidamente sus datos para 2022. En el caso del PIB, espera un crecimiento para el conjunto del año del 4,6% (una décima más de lo avanzado hasta ahora) y para el promedio de inflación rebaja el dato al 8,4% (tres menos de lo avanzado). La inflación en 2023 se situaría en el 4,9% a pesar de que ese dato contempla que se mantendrán en vigor prácticamente todas las medidas de choque aprobadas por el Gobierno.
En estas proyecciones, el BdE también incorpora los datos de 2025, un año en el que si se materializa el escenario dibujado por sus economistas -algo complicado debido al contexto de alta incertidumbre en el que nos encontramos- el PIB seguirá perdiendo dinamismo, al crecer un 2,1%, mientras que la inflación conseguirá estabilizarse por fin por debajo del 2% del mandato del Banco Central Europeo, en el 1,8%.
Con estos datos sobre la mesa, lo que sí descarta el Banco de España es una recesión en un contexto en el que grandes economías europeas, como Alemania, van a padecerla. Esto es algo que no quedó del todo claro en sus últimas previsiones de crecimiento.
No obstante, según ha explicado el director general de Estadística de la institución, Ángel Gavilán, el crecimiento en este trimestre será del 0,1%, dato sujeto a "mucha incertidumbre" e impactado por el efecto positivo del arrastre de final de año. En el arranque del próximo año, esta "atonía de la actividad será más o menos similar a la del trimestre actual".
Así, estas previsiones confirman que la economía española tampoco recuperará el año que viene el PIB que perdió en la pandemia, algo que ya han hecho las grandes economías del euro y la gran mayoría de los países de la Unión Europea.
Esto a pesar del impacto de los fondos europeos que aportarán seis décimas al crecimiento del 1,3% que se prevé para 2023. Es un impacto mucho menor al esperado, insuficiente para completar la recuperación económica y el Banco de España ha recordado que la estimación está sujeta a los escasos datos que hay sobre la ejecución de estas ayudas.
Con este contexto de crecimiento e inflación, el Banco de España espera que el Gobierno prolongará las medidas aprobadas para contener la inflación con una excepción, la bonificación extraordinaria en el precio de venta al público de los carburantes. Esta subvención acabaría el próximo 31 de diciembre.
El 'tope al gas' se extendería hasta finales de mayo de 2023 y el resto de las medidas durante todo el próximo ejercicio.
En este contexto, la tasa de paro crecerá ligeramente el próximo año, desde el 12,8% de 2022 al 12,9% de 2023, según estas previsiones.
Además, la deuda pública cerrará 2022 en el 113,1% y en 2023 en el 110,6%, con un déficit todavía ese año del 4,1%, una décima menos de lo esperado por estos economistas hace tres meses.