La nueva PAC de 2023 a 2027, que entrará en vigor el 1 de enero, no sólo será la más verde de la historia, sino que traerá cambios para el campo español: el máximo por explotación será de 100.000 euros, se aplicarán voluntariamente prácticas sostenibles llamadas ecorregímenes y las regiones productivas pasarán de 50 a 20.
La principal novedad será el tope de ayuda por explotación. Así, la ayuda máxima que se podrá recibir será de 100.000 euros, aunque se podrá aumentar hasta los 200.000 una vez descontados los costes laborales.
El objetivo del Ministerio de Agricultura con esta modificación es limitar el pago a las grandes explotaciones que "no requieren un apoyo tan importante como las pequeñas y medianas, debido a su economía de escala".
Prácticas sostenibles remuneradas
Otro de los cambios será la sustitución del llamado pago verde por los ecorregímenes. Son prácticas sostenibles que el agricultor puede aplicar de forma voluntaria recibiendo una contraprestación económica. El pastoreo extensivo, el uso de cubiertas vegetales o las rotaciones de cultivos con especies mejorantes son algunos ejemplos.
España se dividía en 50 regiones productivas y, ahora, va a pasar a contar con solo 20. Esto consiste en cómo se agrupan las comarcas agrarias con características similares y sirve para dar una respuesta diferenciada al campo.
Ayudas para sectores vulnerables
Además, estas se van a repartir entre cinco categorías que son: las tierras de secano, las de regadío, los cultivos permanentes, los pastos permanentes y la Región balear. Esta última diferenciación se realiza para compensar unos costes más elevados a causa de su factor de insularidad.
Esta nueva PAC contará con ayudas asociadas para reforzar a sectores con dificultades añadidas como son el vino, el olivar, la remolacha, la uva pasa, el tomate de transformación, los frutos secos, el algodón, la ganadería y las frutas y hortalizas.
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Pero no todas las prácticas sostenibles serán voluntarias como los ecorregímenes. Los agricultores y ganaderos tendrán que llevar a cabo algunas normas y prácticas obligatorias.
Todos los beneficiarios de la PAC deberán mantener los pastos, proteger los humedales, no podrán quemar rastrojos (exceptuando razones fitosanitarias), tendrán que crear franjas de protección en los márgenes de los ríos y deberán reducir el riesgo de degradación y erosión del suelo.
Más prácticas 'verdes'
Otras prácticas de obligado cumplimiento serán contar con una cobertura mínima de suelo en los períodos más sensibles, rotar los cultivos, aplicar una fertilización sostenible y no arar los pastos de los espacios Natura 2000. Además, contar con un porcentaje mínimo de superficie dedicada a elementos no productivos, mantener los elementos del paisaje y, por último, no cortar setos y árboles en época de reproducción de crías.
La nueva normativa traerá nuevos requisitos para moderar el uso de fitosanitarios. Desde el Ministerio de Agricultura han explicado que la PAC buscará la fertilización "por prescripción". Es decir, se premiará que se realicen estudios para optimizar el uso de fertilizantes.
Aunque la PAC no puede solicitarse hasta el 1 de marzo, los agricultores ya están aplicando la nueva normativa porque muchos de ellos están sembrando el campo para la próxima temporada y, por ejemplo, deben tener en cuenta los ecorregímenes mencionados anteriormente.