Los agricultores europeos miran con recelo las últimas declaraciones de Bruselas tras la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil sobre el acuerdo comercial con Mercosur, que lleva sin ratificarse desde 2019 por las prácticas medioambientales de Jair Bolsonaro.
Consideran que la aplicación del Pacto Verde supondrá una brecha aún más honda entre las normas que se aplican a los agricultores europeos y a los del Mercosur. ¿El motivo? "La concepción de este acuerdo data de muchos años antes de la puesta en marcha de la estrategia 'De la granja a la mesa' y de la guerra en Ucrania", ha explicado Christiane Lambert, presidente del Copa.
En España, también se mira con preocupación. El director de Relaciones Internacionales de Asaja, Ignacio López, traslada a este periódico la incertidumbre del sector: "Tenemos miedo, queremos que se cumplan las mismas normas fitosanitarias y de prácticas de producción".
López matiza que en su organización no están en contra del libre comercio, pero sí pide que "esté regulado con normas" para que "sea un campo de juego en el que podamos participar".
El control de las normas europeas debería darse en los cuatro países que conforman el Mercosur. Es también la principal preocupación en las Cooperativas Agroalimentarias. Su presidente, Gabriel Trenzado, explica a este medio: "Tendrían que asegurarse que cumplen con un modelo estricto".
La guerra en Ucrania le hace ver el acuerdo con otros ojos. "Pueden ser grandes competidores en ganadería, también son grandes proveedores de grano y las cadenas de abastecimiento con la guerra y la situación geopolítica están teniendo muchas tensiones", añade.
¿Qué supondría el acuerdo?
Este acuerdo consistiría en eliminar los aranceles de los productos agroalimentarios europeos, pero también liberalizaría el 82% de las importaciones agro del bloque de Mercosur.
Además, se eliminarían los aranceles al 90% de los productos del sector industrial importados desde Europa. Por tanto, los sectores que tienen un arancel más alto, como son el automóvil, los productos químicos o farmacéuticos, el textil y el calzado, serían los más beneficiados por este acuerdo.
¿Por qué se detuvo?
El Mercado Común del Sur es la denominación que se le da a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. En 2019, la Unión Europea y Mercosur alcanzaron un acuerdo comercial, pero no llegó a ratificarse por las reservas de varios Estados miembros, liderados por Francia.
Las prácticas en contra del medioambiente y amenazantes para las comunidades indígenas del anterior presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dejaron en punto muerto a este acuerdo durante el resto de su legislatura.
Tras la reciente victoria de Lula da Sil han sido varios los dirigentes europeos que han mostrado la intención de Bruselas de progresar en el tratado con Mercosur. "Estamos preparados para hablar con el nuevo Gobierno cuando tome posesión y discutir sobre el modo de avanzar con Mercosur, la Unión Europea aún está comprometida con este acuerdo", indicó hace unos días el vicepresidente económico de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis.
No es el único que se ha pronunciado en este sentido. El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha resaltado la "importancia estratégica" de este acuerdo.
"Tenemos la asignatura pendiente del Mercosur, que yo sigo considerando un acuerdo con importancia estratégica y por el que hay que trabajar identificando los problemas que todavía subsisten y buscándoles solución en un diálogo como el que hemos iniciado", explicó tras mantener una reunión con el ministro de Exteriores argentino, Santiago Cafiero.