El sector manufacturero español entró en julio en territorio negativo por primera vez en un año y medio en un contexto de debilidad de la demanda ante las fuertes presiones inflacionistas y la incertidumbre económica, según el índice PMI de S&P Global.
Este indicador disminuyó en julio por segundo mes consecutivo hasta los 48,7 puntos, por debajo de los 52,6 registrados en junio y su nivel más bajo desde mayo de 2020.
Se trata de la primera vez que este índice se sitúa por debajo de los 50 puntos, el nivel que indica una disminución en general, desde febrero de 2021.
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Al detalle, el descenso de los nuevos pedidos fue el mayor en más de dos años.
"Las empresas encuestadas informaron de que las ventas se han desplomado debido a un entorno cada vez más incierto, y algunas empresas prevén una recesión en la segunda mitad del año", señala el informe.
"Los altos precios también afectaron a la demanda", añade.
Junto a los pedidos, también registraron retrocesos la producción y el empleo, mientras que las expectativas se desplomaron a nivel similar al de marzo pasado, cuando la confianza cayó tras el comienzo de la guerra en Ucrania.
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"La alta inflación, junto con la considerable incertidumbre económica a corto plazo actualmente existente en España y en todo el mundo, perjudicaron intensamente la economía manufacturera en julio. La demanda sufrió una reducción notable, tanto en el mercado nacional como internacional, lo que provocó una contracción en la producción por primera vez en un año y medio", expone el director económico de S&P Global Market Intelligence, Paul Smith.
No obstante, el informe indica que hubo algunas noticias positivas con respecto a los precios, ya que la inflación de los costes fue la más baja en diecisiete meses.
El sector industrial retrocede en julio ante las presiones inflacionistas