La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha llegado al Foro de Davos. La organización ha optado por borrar la presencia de cualquier invitado de origen ruso, por lo que no habrá ni empresas ni oligarcas. Algo que muchos echarán de menos, dado que sus fiestas eran bastante conocidas entre los asiduos al Foro Económico Mundial.
Por si fuera poco, la tradicional 'casa' de Rusia en Davos ha dado lugar este año a una "Casa de los Crímenes de Guerra Rusos". En ella, artistas ucranianos han transformado el lugar -en pleno centro de la localidad suiza- para que los líderes mundiales comprueben las atrocidades que Moscú ha llevado a cabo en su país.
Una iniciativa que es sólo el preludio de lo que se podrá ver en la primera reunión presencial del Foro de Davos en los últimos dos años. Una cita que deja atrás las montañas suizas nevadas, para dar paso a una edición de primavera en la que Ucrania está en el 'top of mind' de los más de 2.000 líderes que van a participar desde este lunes y hasta el próximo jueves.
Tanto es así que el título con el que se ha convocado la mayor reunión de talento y poder político y empresarial del mundo lo dice todo: Historia en un punto de inflexión, políticas gubernamentales y estrategias empresariales. Sin duda, toda una declaración de intenciones de lo que está por venir ya que "vivimos el momento geopolítico y geoeconómico más importante de las últimas tres décadas", en palabras del presidente del World Economic Forum, Klaus Schwab.
La cita inaugural será este lunes a las once de la mañana. A esa hora, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, hará una intervención virtual que será el pistoletazo de salida para unos debates en donde la guerra, sus efectos sobre la economía, la situación de las cadenas de suministro y la alerta de una crisis alimentaria van a estar encima de la mesa.
No serán los únicos temas que se aborden. Atención especial se prestará también a la progresiva salida de la pandemia provocada por la Covid-19, con el foco puesto en futuros problemas sanitarios que puedan estar por venir. Todo ello sin olvidar clásicos ya en el debate de Davos como el avance hacia una economía verde y cero emisiones; la sostenibilidad de la deuda pública; el futuro del mercado laboral, la digitalización de la economía o cuál va a ser el futuro del capitalismo.
Será un Davos limitado, pues va a haber destacadas ausencias como la del presidente de Estados Unidos, Joe Biden o la del presidente de China, Xi Jin Ping. Sin embargo, la destacada presencia de líderes políticos y empresariales internacionales servirá para debatir públicamente, pero también para intentar cerrar acuerdos bilaterales entre empresas o atraer inversoress a los países que estén allí representados.
Es la intención que lleva el presidente del Gobierno de España. Pedro Sánchez interviene el próximo martes. Primero en una exposición individual, y luego en un panel sobre seguridad energética y el 'Green Deal' europeo, junto a Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea; el presidente de Lituania, Gitanas Nauséda; Anna Borg, presidente y consejera de Vattenfall; y Ester Baiget, presidenta y consejera delegada de Novozymes
Pero en sus planes en Davos hay dos grandes obsesiones: atraer inversores al PERTE de los microchips que el Consejo de Ministros aprueba el martes e intentar promover un acuerdo para que África se una a la Unión Europea contra Rusia.
Clave para lograr sus objetivos van a ser las reuniones bilaterales que va a mantener. Así, Sánchez se va a reunir con los máximos responsables de Intel, Qualcomm, Micron y Cisco, a quienes va a presentar cuáles son los objetivos del nuevo PERTE. Además, se va a reunir con Temasec, el fondo soberano de Singapur, y con representantes de ArcelorMittal para debatir sobre el futuro de sus inversores en nuestro país.
También tiene previstos encuentros con Paul Kagame, presidente de Ruanda, a quien -como ha contado EL ESPAÑOL- prevé empezar a sondear sobre un acuerdo global sobre el abastecimiento alimentario, especialmente en el sector de los cereales.
Sánchez no va a ser el único miembro del Gobierno que acuda a Davos. Allí también van a estar hasta el jueves Teresa Ribera, vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica; José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación; y Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo.
En el plano corporativo la presencia española también va a ser muy destacada. José María Álvarez-Pallete; Ignacio Galán, presidente de Iberdrola y Francisco Reynés, presidente de Naturgy, encabezan la representación de empresarios 'patrios'.
Junto a ellos también acudirán Carlos Torres, presidente del BBVA; Rafael del Pino, presidente de Ferrovial; Josu Jon Imaz, CEO de Repsol; Belén Garijo, consejera delegada de la alemana Merck; Ramón Laguarta, presidente y consejero delegado de Pepsico; Enrique Lores, presidente y consejero delegado de HP y Ester Baiget, presidenta y consejera delegada de Novozymes.
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